El mundo tiene los ojos puestos en el espacio. No hay día que pase en el que una sola persona no se pregunte cuándo o cómo podremos llegar a pisar otro planeta. La colonización es una meta que cada día parece más cercana. Y cuando hablamos de otros planetas normalmente pensamos en Marte, nuestro vecino. Pero no es la única posibilidad que existe. Ya os contamos los planes de la NASA para la colonización de Venus mediante una base que flotaría entre sus nubes. Si tuviéramos que elegir entre un proyecto u otro, ¿por cuál apostaríamos? Las posibilidades extraterrestres no hacen más que crecer y crecer.

Así sería la colonización de Venus

Venus HAVOC

Probablemente este proyecto sea uno de los más espectaculares e interesantes de los que hemos oído hablar. La HAVOC, acrónimo de High Altitude Venus Operational Concept sería una estación en órbita y a gran altitud sobre este planeta. En las primeras fases del plan, la HAVOC sería un asentamiento temporal con un año de duración, lo que podría traducirse en una estación perenne sobre las nubes venusianas con el tiempo. Desde la HAVOC, un equipo de astronautas realizaría los estudios pertinentes para averiguar más sobre el planeta. El primer concepto de esta estación consta de un enorme zepelín principal y otro secundario. El zepelín se situaría a unos cincuenta kilómetros sobre la superficie de Venus. Así aprovecharía la claridad de su posición para obtener energía solar, aguantaría los 75ºC de la atmósfera a esa altura y estaría bajo una gravedad menor pero suficiente. La idea puede parecer una locura pero, ¿hasta qué punto es factible?

Pros

Lo cierto es que tenemos disponible casi toda la tecnología necesaria para abordar la colonización de Venus. Sólo nos hacen falta algunos ajustes en cuanto a la estación flotante, la cuál no es una idea tan descabellada como parece.
Venus se encuentra mucho más cerca que Marte, con varios millones de kilómetros de diferencia. Esto es importante ya que el transporte entre distancias "grandes" requiere de mucho tiempo, recursos y exposición a la radiación.
El coste de la colonización de Venus es, según las estimaciones, sensiblemente menor.
El acceso a una estación a cincuenta kilómetros de la superficie permite una gran maniobrabilidad a la hora de acceder o salir del planeta ya que contamos con un tirón gravitatorio mucho menor.
La gravedad de Venus es prácticamente idéntica a la de la Tierra.
La última cuestión se refiere a la propia investigación. Y es que Venus tiene una gran cantidad y variedad de materia orgánica (en comparación) además de un tamaño, una atmósfera y una composición similar a la de la tierra (o la que tuvimos una vez).

Contras

La superficie de Venus, a cincuenta kilómetros por debajo de la HAVOC, sería completamente inaccesible. Y es que su atmósfera es muy ácida, 92 veces más pesada que la nuestra y con unos 463ºC de temperatura.
Cualquier error o problema con la altitud en la atmósfera de Venus supondría un problema prácticamente letal para la estación y sus habitantes.
* La estación, al menos por el momento, seguiría estando sometida a unos 75 grados centígrados así como a cierta atmósfera ácida.

Y así sería la colonización de Marte

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Ahora miremos en la otra dirección. Nuestro viejo amigo Marte. La colonización de este planeta lleva siendo el foco de atención de los expertos desde el comienzo de la astronomía. ¿Por qué? Porque parecía el punto más adecuado, por supuesto. A pesar de su tenue atmósfera y su roja y seca apariencia, Marte es un lugar con bastantes puntos en común con la Tierra. Hubo un tiempo, incluso, en el que el planeta rojo albergó agua. Quién sabe si incluso vida. Puede que hasta todavía queden restos, no lo sabemos. Pero lo que sí sabemos es que existen varios planes (algunos más serios que otros) para la colonización de Marte. En todos, prácticamente, se contempla la creación de una base en superficie perenne que permita mantener una población regular, como hace la ISS actualmente por ejemplo. Sin tomar ningún plan en concreto, no obstante, miremos qué ventajas tiene.

Pros

Su principal ventaja se encuentra en su "habitabilidad". Marte, a pesar de sus extremas condiciones posee unas características en superficie que consideramos "asumibles". Por ejemplo, una gravedad y presiones soportables. Suelo con una composición conocida, etc.
Esta misma razón es la que impulsa las ideas de "terraformación", una posibilidad de crear una nueva Tierra en el planeta rojo.
Podemos construir una base sobre su superficie con relativa facilidad.
Tenemos años de análisis, varias sondas, robots y una cantidad ingente de datos sobre marte. También tenemos planes trazados desde hace mucho tiempo.

Contras

El primer problema que nos encontramos es si distancia. Está a un par de años de viaje desde la Tierra, al menos. Esto supone un gasto notable en recursos, combustible, peso y espacio. Además, las comunicaciones necesitan entre 10 y 40 minutos en llegar de un extremo a otro.
Durante el viaje, los astronautas se verían expuestos a una tasa de radiación parecida a estar sometidos durante tres años a la acción de los rayos cósmicos.
El siguiente problema es la gravedad. Muchos de los estudios actuales trabajan en evaluar los efectos de la microgravedad en el cuerpo humano. Ya os hemos contado qué consecuencias tiene vivir en el espacio. La gravedad de Marte es sólo un cuarto de la de la Tierra. Podemos asumir que esto no sería bueno para ningún ser humano.
Su tenue atmósfera es también un problema. Y es que no ofrece protección, prácticamente, ante la radiación del sol, un hipotético asteroide (por pequeño que fuese) y la desgasificación.
Por supuesto, todavía no tenemos la tecnología necesaria para la colonización de Marte. Esta, aunque no lo parezca, es más compleja que la necesaria para la colonización de Venus debido a la base de superficie y el largo viaje.
La contaminación biológica es otra preocupación. Sí. No está bien eso de llegar a un planeta y contaminarlo biológicamente con microorganismos y restos orgánicos. No sabemos cuales son las consecuencias. Esto, con la base aérea de Venus y su terrible superficie, por ejemplo, no podría pasar.

En busca de un lugar en el espacio

MAVEN
NASA (Flickr)

Parece que la lista de pros y contras se decanta más por Venus. Entonces, ¿por qué seguimos trabajando en la conquista de Marte? Como ya hemos dicho, Marte es un planeta del que disponemos una cantidad increíble de datos. Cada día más, de hecho. Hemos comprobado que un robot puede descender y "sobrevivir" en él. Es mucho más de lo que podemos decir de Venus, cuyas sondas no han durado más que un tiempo limitado antes de implosionar por la presión. Además, los proyectos para la colonización de Marte llevan más tiempo sobre la mesa que los de Venus. Esto tiene también una implicación. Y es que hablamos de misiones que requieren de décadas de preparación. Por último, hay quién se queja de la obsesión por la superficie. Es cierto que a todos nos parece más lógico poder tocar la tierra de Marte y construir allí una base que hacerlo sobre las nubes de Venus. Nuestra biología nos condiciona. Pero es el conjunto de razones la que nos lleva a desarrollar más un proyecto que el otro. No obstante, esto puede cambiar. Recordemos que ambas proposiciones están en juego y se están llevando adelante. ¿Cuál será el primer planeta que colonicemos? ¿Hacemos una apuesta?