Dar lugar a la vida es uno de los hecho más maravillosos y a la vez misteriosos y horripilantes de nuestra existencia. Es algo tan mágico, tan único, que está lleno de mitos y leyendas. No podía ser de otra manera. Al fin y al cabo, es uno de los hechos centrales de todo ser vivo. Los mitos y supersticiones que rodean al embarazo, como decimos, son increíblemente numerosos. ¿Pero son ciertos? La gran mayoría, desde luego, no. Sin embargo, hay unos cuantos que más vale tener en cuenta.

Los mitos y hechos que resultaron ser verdad

Como explicábamos, hay un par de mitos y hechos repetidos en labios de abuelas y matronas que al final han resultado tener su base científica. Aunque no siempre bien entendida. Esto es lo que hemos encontrado:

"Para tener una niña, no comas muchos plátanos"

primera relación sexual
Wilson Hui (Flickr)

Antes de seguir, lo más importante para cualquier embarazada (al igual que para cualquier ser humano, aunque especialmente en el caso de encintas) es mantener una dieta equilibrad y sana, haciendo caso a los médicos. Cualquier obsesión por excluir un alimento permitido en la dieta puede resultar en efectos muy graves para la salud del niño y la madre. Dicho esto, un curioso estudio del 2008 analizó la dieta de casi mil mamás para relacionarla con el sexo de los niños. Y lo que encontró es curioso: un mayor aporte calórico, mayores niveles de potasio, calcio y sodio están relacionados con... los niños. Casualmente, los plátanos son ricos en calorías y potasio. Así que consumir muchos plátanos podría ligarse (más o menos) a tener niños en vez de niñas. Y resulta que hay un refrán inglés que advierte que "si quieres una niña, aléjate de los plátanos". Curioso, ¿verdad?

"¿Acidez de estómago? El niño te va a salir peludo"

bebés
Lars Plougmann (Flickr)

Otro increíble estudio sobre el bienestar de las embarazadas y el sexo del bebé mostró otro curiosísimo dato: la acidez de estómago durante el embarazo está relacionada con el pelo en los niños. Las mamás que más sufrieron este "mal" se encontraron a la postre con preciosas melenas infantiles a la hora del parto. Pero no es que el pelo en sí genere la acidez de estómago, claro. La hipótesis de los médicos es, sin embargo, que las mismas hormonas que influirían en los esfínteres como el duodeno o el yeyuno, los cuales mantienen el ácido estomacal en el estómago. Así que una cosa y otra, desde luego, están relacionadas, sin duda.

"Uy, ¿niña? ¡Verás que fácil va el parto!

leche materna

Otro estudio, bastante interesante por cierto, relaciona el tiempo del parto con el sexo de los niños. El resultado muestra claramente que los niños tardan de media más en nacer. También se observa en él que tienen algunas dificultades más durante el parto. Las niñas, sin embargo, "son más sencillas de traer al mundo". ¿Y cómo es eso? La cuestión, muy probablemente, tenga que ver con el desarrollo hormonal y fisiológico del sexo del bebé. En el momento del parto, los picos de hormonas se disparan para permitir el paso del bebé por un lugar tan angosto. Es una experiencia ciertamente complicada. Y más aún si no está todo en el nivel perfecto y en completo equilibrio. Así que sí. ¿Es un niño? Lo siento un poco por ti, mamá.

Los cientos de mitos que no son ciertos

Como explicábamos, existen por contra, cientos y cientos de mitos sobre el embarazo que sencillamente no tienen ni pies ni cabeza. El primero de ellos, probablemente el más extendido en el mundo, es el de los antojos. "Si no satisfaces un antojo, tu hijo puede nacer con una mancha de nacimiento con su forma". Bueno, por si hace falta decirlo, esto no tiene base alguna. Los seres humanos somos muy dados a la pareidolia, el fenómeno por el cual encontramos imágenes conocidas en formas, de hecho, informes. Así que una mancha corporal es fácilmente reconocida como un objeto alimenticio que, probablemente, le guste a la madre. Ya tenemos el antojo, claro. Y, repetimos, esto no tiene ninguna base científica. No existe relación alguna entre ambos fenómenos. Y eso que los antojos han sido muy estudiados.

embarazada

Otros mitos absurdos tienen que ver con las fases lunares: que si el niño nacerá en tal fecha o será de tal sexo según la luna... tampoco tienen ningún fundamento y han sido completamente destapados por el método científico. Ni que decir tiene que el embarazo y la suerte son campos por completo diferentes. La superstición es gratuita y cada cual toma la que quiere. El embarazo, sin embargo, es un hecho real y delicado que hay que tomar en consecuencia. Que de suerte o no es la percepción, y nada más, de cada uno. Existen otros mitos más complejos como que "si cruzas las piernas se puede enrollar el cordón umbilical en el cuello del bebé". Esto es también falso. De hecho, el cordón se enrolla y desenrolla a lo largo del embarazo varias veces y sin perjuicios. Permanecer mucho tiempo con una persona, tener mascotas, bañarse en ciertas fechas, comer de tal o cual alimento, enhebrar una aguja o tocar ciertos instrumentos... todas estas supersticiones no dejan de ser eso, creencias infundadas. Lo que no le quita ni un ápice de encanto al hecho más importante de nuestra vida: ¡vamos a tener un bebé!

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