Actualización (18 de octubre): Zetta ya ha emitido un comunicado oficial en el que se defiende de las críticas recibidas sin mostrar un ápice de autocrítica ni disculpas a sus clientes.
Ya conocemos la historia casi de memoria: emprendedor que surge de la nada arma una empresa dentro de España capaz de competir y superar a alguna de las grandes multinacionales tecnológicas. No hay explicaciones del todo claras de cómo se hace, no hay historial de respaldo por parte de inversionistas, experiencia previa o números que demuestren las grandilocuentes aserciones.
Los medios generalistas tienen una especial atracción por este tipo de historias, caen hipnotizados como mosquitos atraídos por la luz de los, valga la redundancia, matamosquitos. Jenaro García logró engañar a todo un país, incluyendo a decenas de medios de comunicación y periodistas usando este esquema.
«El Steve Jobs de (reemplazar por algún pueblo español o comunidad autónoma)». Los medios necesitan crear héroes que atraigan miradas ...y lectores. Unai Nieto, un chico de 31 años que nos quiso hacer creer que ensambla smartphones desde Extremadura capaces de "comerse" a los iPhones. Es el último en una larga lista de falsos profetas tecnológicos españoles; pero a diferencia de sus antecesores la alegría le ha durado poco.
El engaño de Zetta
Zetta es el nombre de la supuesta marca que construye teléfonos en China y los ensambla en Extremadura. Aseguran que con solo ocho empleados son capaces de vender smartphones con diseño y prestación superiores al iPhone. El Español les ha dedicado un especial donde su autor, Rafa Gassó, resalta las cualidades de emprendedor de Nieto: "Valiente, emocionante, con tics de genio de manual".
En el artículo explican cómo, supuestamente, consiguieron su primer éxito:
Llegada la fecha de lanzamiento -diciembre de 2014-, irrumpieron con un teléfono de 5,5 pulgadas cuando la gran apuesta de las demás compañías para ese momento eran las pantallas de 5. “Sólo Samsung se atrevió a presentar su modelo Note, también de 5,5’’. Un experimento que hizo”, apostilla con sorna sin pronunciarse sobre el último gran fallo de la multinacional coreana. La primera semana vendieron mil unidades, 500 sólo en el primer día.
“Habíamos producido en base a reservas, bajo pedido, con una oferta irresistible para esas navidades. Sacábamos lo mismo que valía 700€ a un precio de 100€. Era algo chocante para el público”.
Pero la realidad es bastante menos glamourosa, emocionante o valiente. Cualquier tic de genio que Nieto pudo llegar a mostrar era solamente el nerviosismo asociado con mentir descaradamente a un periodista con hambre incontrolable de ser quien descubre al Steve Jobs español.
Los Zetta son simplemente smartphones de Xiaomi, modelo Redmi 2 (4,7 pulgadas) o Redmi 2 Note (5,5 pulgadas) a los cuales literalmente se les pone una pegatina del logo de la "empresa", una bellota mordida (sí, una copia tonta casi ingenua al logo de Apple). Además le instalan CyanogenMod, una variación de Android bastante popular.
¿Dónde está el negocio? El Xiaomi Redmi 2 cuesta entre 90 y 150 euros, dependiendo el modelo. Zetta los vende, luego de poner un sticker a la carcasa, entre 185 y 275 euros.
El mundo de fantasía de Unai Nieto
Unai Nieto parece tener la misma facilidad que Jenaro García para crear realidades paralelas inventadas donde es un empresario de éxito absoluto. En la entrevista de El Español asegura que había colas fuera de sus tiendas para comprar sus smartphones los días de lanzamiento (no hay una sola foto de aquel espectacular día), asegura también que cuando asistió a un festival de música en Portugal se le acercó una persona para mostrarle que tenía el mismo móvil (¿Cuándo fue la última vez que un extraño se acerca a otro porque tienen el mismo smartphone? Nunca) y no tiene problema alguno en compararse con Steve Jobs:
Yo estoy trabajando en la misma empresa en la que se vende y siendo el constructor del software también atiendo por teléfono a las dudas de los clientes. Es impensable que en su día Steve Jobs atendiera una llamada telefónica. Pero, sobre todo, lo que nos diferencia es el servicio post venta. Si hay alguna avería producida por el cliente o por un fallo de fabricación, se le da atención inmediata.
Unai no tuvo problema alguno con aportar una foto de la supuesta línea de producción de los smartphones Zetta, que en realidad se trata de una foto robada de una noticia sobre Garmin. Sorprende que en El Español no lo hayan detectado, considerando que invertí literalmente dos minutos para encontrar la foto original.
Teniendo clara la película y el engaño, resulta tan cómico y patético al mismo tiempo ver las entrevistas que le realizaron a Unai y alguien de su equipo en la televisión local extremeña, donde la entrevistadora también usa lenguaje grandilocuente para describir a su entrevistado y sus logros inventados, mientras Unai le sigue el juego, intentando llegar tan lejos como sea posible.
Después de la publicación del especial sobre Zetta en El Español, un grupo de personas en Forocoches, junto a blogs como The Geek Hammer y El Chapuzas Informático han destapado el fraude, pruebas de que los teléfonos originales son Xiaomi, el anuncio de características inexistentes o el uso de logos sin derechos de explotación (JBL, Gorilla Glass).
La reacción ante el "destape" ha sido eliminarse de redes sociales, borrar videos, e intentar retirar mucha de la presencia de la compañía en internet. Durante todo el domingo 16 de octubre la web de Zetta estaba caída (luego argumentaron que los estaban atacando). Finalmente dicen que publicarán un comunicado donde darán explicaciones.
A Unai y sus amigos tuvieron pocos minutos de fama, suponemos que no recibieron ayudas o subvenciones por parte de la administración pública y todo indica que el mayor perjuicio económico será a quienes compraron sus móviles por el doble de precio de lo que podrían haberlos conseguido si los adquirían a algún importador de Xiaomis.
Pero hay un daño derivado: cómo este tipo de acciones y engaños afectan la imagen del emprendedor en la región y perpetúan la idea del español picaresco que busca el dinero fácil. Un estereotipo claramente injusto.