Aunque Tesla es conocida alrededor del mundo por fabricar algunos de los mejores coches eléctricos del momento, la compañía de Elon Musk es mucho más que un fabricante de vehículos: también es un fabricante de baterías y placas solares.

El 29 de octubre la compañía presentaba en sociedad cómo veía el futuro de la energía en el hogar. Un puzzle basado en una placa solar casi invisible y, cómo no, en la segunda generación de PowerWall, la batería de gran capacidad que la compañía comercializa para hogares y empresas.

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Además de la invisibilidad de su diseño y de la perfecta integración con el resto de productos del fabricante, la nueva PowerWall destaca por tener una capacidad máxima de 14 kWh, incluir el inversor (CC-CC o CC-CA) y tener un coste total de 5.500 dólares. Unas características que ninguna de las alternativas a la PowerWall logra equiparar.

Las soluciones de LG y sonnenBaterie, por ejemplo, ofrecen 6.5 kWh y 4kWh a un precio muy similar al de las Tesla PowerWall: 6.000 y 5.950 dólares respectivamente. Unas especificaciones muy inferiores a las ofrecidas por Tesla. Además, Tesla ofrece diez años de garantía —independientemente de los ciclos de carga—, por lo que la durabilidad y el soporte de la misma está asegurado desde el primer minuto.

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Tesla cuenta con una gran ventaja en la producción de baterías de gran capacidad. El fabricante ha logrado producir baterías eficientes a un ritmo y coste muy reducido, lo que le posiciona en una situación privilegiada en el mercado.

El fundador de Tesla y SolarCity, Elon Musk, afirmó durante la presentación de este producto —y de un nuevo techo solar invisible— que el objetivo principal de las compañías es controlar todo el proceso eléctrico: su recolección, almacenamiento y su posterior uso para el transporte limpio.

La Tesla Gigafactory es una de las claves del futuro de Tesla. Producción de baterías de forma masiva, a bajo coste y con tecnologías muy innovadoras.
La Tesla Gigafactory es una de las claves del futuro de Tesla. Producción de baterías de forma masiva, a bajo coste y con tecnologías muy innovadoras.

En Estados Unidos, se estima un aumento del 23% en las instalaciones de paneles solares este año, y un 18% en 2017, según informes de GTM Research; todos ellos son consumidores potenciales de las nuevas PowerWall de Tesla. En 2015, el porcentaje de crecimiento fue del 66% respecto al año anterior, una cifra que, probablemente, no vuelva a repetirse en los Estados Unidos. La razón no es otra que el gran número de hogares que ya cuentan con paneles solares instalados.

Con el lanzamiento de productos como PowerWall 2 o el nuevo techo solar, Tesla y SolarCity buscan posicionarse a la vanguardia en la transición hacia las energías solares renovables. De momento, lo están consiguiendo.