Un fuerte seísmo de magnitud 6,5 ha vuelto a golpear el centro de Italia, después del terremoto de 6,2 ocurrido a finales de agosto que causó centenares de muertos. En esta ocasión, según las primeras informaciones, el sismo ha provocado decenas de heridos y daños materiales, aunque las autoridades han descartado por el momento que haya fallecidos.
El temblor ocurrió a las 7:40 h de la mañana y, de acuerdo con Il Corriere della Sera, se ha situado en la zona entre Las Marcas y Umbría. El Instituto Nacional de Geofísica y Vulcanología (INGV) de Italia ha confirmado en un comunicado que el epicentro del terremoto se localiza entre las provincias de Macerata, Perugia y Ascoli Piceno, a 7 kilómetros de Castelsantangelo Sul Nera, a 5 km de Norcia y a 17 km de Arquata del Tronto.
En otras ciudades, como Roma, Florencia o Nápoles, situadas a kilómetros de distancia, también han podido sentir el temblor esta mañana. Durante las dos horas y media siguientes al primer seísmo, el INGV ha podido confirmar cincuenta terremotos más de magnitud superior a 3. Los expertos advierten de que este tipo de seísmos pueden reproducirse en las próximas horas, días o incluso meses.
El seísmo, considerado como el segundo más fuerte de toda la historia de Italia después del terremoto que se registró en 1980, ha ocurrido a una profundidad de entre 1,5 y 10 kilómetros de la superficie, según los primeros datos. La magnitud del temblor superaría la del sismo que devastó Amatrice; aunque en esta ocasión no ha provocado víctimas mortales. Sin embargo, el sismo ha causado numerosos daños materiales, destruyendo por completo la catedral de San Benedetto en Norcia.
¿Por qué se ha producido?
"Estamos precisando la falla de origen del nuevo temblor, pero el hipocentro, es decir, el punto más profundo, se encuentra entre Amatrice y el último terremoto más al norte. Desgraciadamente, no es posible decir cuánta energía queda por liberar del subsuelo que sea capaz de producir seísmos tan intensos. La secuencia es imprevisible", dice Alessandro Amato, especialista del INGV consultado por Il Corriere della Sera.
La razón de estos terremotos se debe a la interacción de varias placas tectónicas que se sitúan en esta región del centro de Italia. En particular, los temblores de la zona central son provocados por el desplazamiento de la placa adriática o apuliana, que se sumerge por debajo de la placa euroasiática. Este movimiento se conoce como proceso de subducción.
"Cada vez que se desarrolla un terremoto a lo largo de una superficie de falla, la zona hipocentral se descarga (relajamiento) y carga los volúmenes adyacentes (lateralmente) a la propia falla. Tales volúmenes sometidos a un nuevo estado de estrés pueden ceder (romperse) y generar a su vez terremotos. Son procesos de propagación lateral a la sismicidad (contagio) relativamente frecuentes, ya observados en otras áreas sísmicas de la Tierra, como Turquía, California o Haití. Este proceso afecta al Apenino central en estos meses", señala una nota del Instituto de Geología Ambiental y Geoingeniería del Consejo Nacional de Investigación.
Nuova forte scossa epicentro Norcia magnitudo 6.1 @apolloniotg2 @TGrRAI @Agenzia_Ansa pic.twitter.com/seRMQ5CyiL
— Cons. Naz. Geologi (@cngeologi) 30 de octubre de 2016
La zona afectada por el terremoto es muy compleja desde el punto de vista geológico. La confluencia de las placas tectónicas es constante y, en ocasiones, los movimientos producen rupturas en las fallas que provocan los temblores. Sin embargo, el desplazamiento de la placa adriática por debajo de la placa euroasiática también está detrás del nacimiento de los Apeninos, la cadena montañosa que recorre del norte al sur el país desde el golfo de Liguria hasta la península de Calabria. Además de los terremotos ocurridos durante 2016, en el pasado se registraron seísmos en esta región, como el sismo de 1997 que causó once muertos y cien heridos o el terremoto de de L'Aquila que provocó casi 300 fallecidos, mil heridos y dejó a más de 55.000 personas sin hogar.
Como también explicó a Hipertextual la Dra. María José Jurado, investigadora del Instituto de Ciencias de la Tierra Jaume Almera, resulta muy difícil determinar cuándo ocurrirán este tipo de sacudidas. Promover la investigación, mejorar las construcciones e implementar nuevos sistemas de prevención y alertas son tareas fundamentales para evitar los daños personales y materiales que dejan terremotos como el que ha hecho temblar de nuevo a Italia.