Un seísmo de magnitud 6,2 sacudió a las 3:36 h el centro de Italia, provocando al menos 247 muertos y decenas de desaparecidos. El terremoto de Italia ha ocurrido entre las provincias de Rieti y Ascoli Piceno a una profundidad de 4 kilómetros de la superficie, según los datos de la red sísmica nacional. Desde la noche se han sucedido centenares de réplicas en las regiones afectadas, además de otras zonas como Perugia, L'Aquila e incluso la costa norte de Sicilia.
La causa de este tipo de sismos se debe, como ocurrió en el terremoto de Ecuador, al movimiento de las placas tectónicas en las que se divide la litosfera terrestre. En el pasado, los continentes actuales estuvieron unidos en uno solo, denominado Pangea. Desde aquel entonces, la deriva explica la separación posterior que sufrieron los continentes.
El movimiento de las placas tectónicas
Pero, ¿por qué se desplazan las placas tectónicas? Imaginemos que cada placa es una "galleta" que flota sobre el manto terrestre, parecido a unas natillas. Esta metáfora culinaria nos sirve para explicar por qué las diferentes placas pueden moverse separándose o acercándose a otras placas tectónicas o bien moviéndose de forma paralela. En función del tipo de desplazamiento, los científicos establecen tres tipos de límites: los divergentes, aquellos donde las placas se separan; los convergentes, donde las placas se acercan; o los movimientos paralelos en los que se observan fallas o límites transformantes.
"En esta zona se observa una confluencia de varias placas, que interactúan de forma constante, por lo que se considera una región de alta sismicidad", explica a Hipertextual Arancha Izquierdo, de la Red Sísmica Nacional, perteneciente al Instituto Geográfico Nacional. En particular, el terremoto de Italia se ha producido por el desplazamiento entre dos placas tectónicas: la placa adriática (o placa apuliana) se sumerge por debajo de la placa euroasiática. El movimiento se conoce como proceso de subducción y ha tenido como consecuencia que la placa euroasiática haya chocado a su vez con la placa africana. Según datos del Servicio Geológico de Estados Unidos, en la zona donde ha ocurrido el seísmo, la placa euroasiática se mueve a una velocidad de 24 milímetros por año al noreste con respecto a África.
La zona afectada por el terremoto de Italia es compleja desde el punto de vista geológico. Como sostiene Izquierdo, la confluencia de las placas tectónicas es constante, por lo que se detectarán más réplicas durante las próximas horas. El movimiento de dichas placas, según la experta de la Red Sísmica Nacional, también es responsable del nacimiento de los Apeninos. Esta cadena montañosa, que recorre del norte al sur el país desde el golfo de Liguria hasta la península de Calabria, surgió precisamente como consecuencia del movimiento de subducción entre la microplaca adriática y la gran placa euroasiática. Asimismo, la colisión continental entre las placas africana y euroasiática dieron lugar al cinturón montañoso que conforman los Alpes en el norte.
La región central de los Apeninos ha sufrido importantes temblores en el pasado como consecuencia de su estructura geológica y tectónica. En 1997, un seísmo de magnitud 6 sacudió las zonas de Las Marcas y Umbría provocando once muertos, cien heridos y la destrucción de más de 80.000 casas. En los meses posteriores se detectaron importantes réplicas, una de las cuales afectó gravemente a la basílica de San Francisco en Asís.
Sin embargo, el terremoto más recordado es el sismo de L'Aquila, que con una magnitud de 6,3 causó 295 fallecidos, mil heridos y dejó a más de 55.000 personas sin hogar. Por aquel entonces, seis científicos italianos fueron acusados de negligencia e imprudencia en los análisis de riesgos realizados antes del seísmo, aunque el Tribunal Supremo los exoneró el año pasado, según informó la revista Science. Como también explicó a Hipertextual la Dra. María José Jurado, investigadora del Instituto de Ciencias de la Tierra Jaume Almera, resulta muy difícil determinar cuándo ocurrirán este tipo de sacudidas. Promover la investigación, mejorar las construcciones e implementar nuevos sistemas de prevención y alertas son tareas fundamentales para evitar los daños personales y materiales que dejan terremotos como el que ha hecho temblar de nuevo a Italia.