Es instinitivo pensar que tenemos control sobre nuestras acciones, que somos libres de escoger como nos plazca y que nuestro futuro depende de cada pequeña elección que realicemos, a lo largo de nuestra vida. Así, seríamos totalmente responsables por lo que nos suceda. Esta libertad absoluta es denominada "libre albedrío".
Los debates de si este famoso concepto en verdad existe o si es una ilusión, llevan siglos desarrollándose, sin llegar a una conclusión clara. Sin embargo, existen varias razones por las cuales deberíamos dudar de la existencia del libre albedrío. A continuación expondremos las más convincentes.
5. Si existe un dios omnipotente y omnipresente, no puede existir el libre albedrío
Imaginemos que conoces al chico/a de tus sueños. Superan con éxito (con mucho esfuerzo y dedicación) todos los obstáculos que surgen al construir una relación estable. Deciden casarse y, de pie frente al sacerdote, escuchan que este dice: "...estas dos almas fieles, que han cumplido el plan que Dios les tenía preparado, vivirán felices para siempre". La reacción adecuada en ese momento sería poner de cabeza el altar, seguida por una salida dramática. ¿Cómo que "el plan que Dios les tenía preparado"? ¿Acaso no escogiste a este/a muchacho/a ejerciendo tu libre albedrío? ¿Dios sabe lo que vas a hacer antes de que lo hagas? Si la respuesta es afirmativa, entonces ¿cómo se puede ser libre bajo esas circunstancias?
Claramente hay una contradicción aquí. O existe un dios que sabe todo lo que vas a hacer, por lo tanto, no eres libre para cambiar ese plan divino, o tienes libre albedrío, lo que significa que Dios no es omnipotente ni omnipresente, porque no sabe lo que harás a continuación. Si en verdad somos libres, pues Dios no podría saber nuestro futuro, ya que sería impredecible. Entonces no existiría tal cosa como "el plan de Dios".
El libre albedrío es incompatible con la noción de un plan divino. Es imposible que existan ambos. Si "elegimos" creer que tenemos libertad y existe el libre albedrío, pues sería contradictorio creer que también existe un dios todo poderoso, capaz de observar el tiempo como otra dimensión más. Y hablando de eso.
4. Si el espacio-tiempo es una dimensión física como cualquier otra, no pude existir el libre albedrío
Imagina que eres arrastrado de espaldas por la violenta corriente de un río. Estás atrapado en el cauce. Apenas puedes divisar lo que dejas atrás y lo que yace adelante te es desconocido. Así es como los humanos experimentamos el tiempo. Como pasado, presente y futuro.
Ahora, si alguien estuviera parado en el borde de ese mismo río, podría observar sin problema que todo es lo mismo. Solo le bastaría caminar de un lado a otro para ver por dónde pasaste y, por ejemplo, notar la enorme catarata que te espera al final del recorrido. Pero como nosotros estamos atrapados en una perspectiva subjetiva del espacio-tiempo, no notamos nada de esto.
El tiempo no es absoluto, como se pensaba antes, sino que está íntimamente ligado con el espacio y el movimiento. Pasado, presente, futuro, son conceptos relativos, provenientes de la intuición. Según Albert Einstein, al analizarlos con más calma, nos damos cuenta de que lo que comúnmente llamamos "tiempo" no existe como tal. El pasado no sucedió y dejó de ser, sino que sigue existiendo, al igual que el futuro, no será, sino que, para algunos, ya es y, para otros, todavía no.
Dependiendo de nuestra ubicación en el universo, pudiéramos estar viviendo en lo que alguien más considera el futuro, igualmente sucede con el pasado. Por tanto, si existiera un ser capaz de observar todo esto, sin estar ligado al espacio-tiempo, como el dios del que hablaba Kant o como Cooper en Interstellar, dicho individuo podría confirmar que todo está predeterminado, solo que no estamos conscientes de ello.
3. Si el principio de causa y efecto rige despóticamente el universo, no puede existir el libre albedrío
Si todo efecto tiene una causa, y si todo lo que pasa ahora en el presente es el resultado necesario de eventos que ocurrieron en el pasado, entonces ¿queda lugar en el universo para algo como el libre albedrío?
Como decía Aristóteles, conocer algo es conocer la causa de ese algo. Por tanto, bastaría con investigar las verdaderas motivaciones de cada elección humana para concluir que siempre estamos influenciados por factores externos, fuera de nuestro control, que determinan a priori las acciones que luego consideramos libres. Esto es lo que piensan los individuos denominados "deterministas". Según ellos, la existencia del libre albedrío es completamente imposible.
Algunos filósofos sugieren que sería extremadamente complicado encontrar las razones que motivan las decisiones humanas; pero la posibilidad existe. Quizá llegue el día en que podremos usar la tecnología para rastrear los eventos que nos llevaron a realizar tal o cual acción perjudicial. Guiándonos solo por el principio inquebrantable de causa y efecto, no vemos como podría existir una libertad singular que rompa con las leyes físicas que rigen el universo.
2. Si es cierto que nuestro cerebro es una máquina tan compleja que le esconde a nuestra conciencia procesos clave, pues no puede existir el libre albedrío
Apuesto que mientras lees esto no estás preocupado por seguir respirando, por regular la temperatura de tu cuerpo, por parpadear lo suficiente para que tus ojos no se resequen o por asegurarte de que la sangre necesaria llegue a tus músculos para que puedas moverte con normalidad. De todos estos procesos se encarga tu cerebro y ni siquiera somos conscientes de que suceden constantemente. Siguiendo este argumento, ¿pueden existir más procesos que nuestro cerebro esté realizando y que nosotros no nos demos cuenta en lo absoluto?
El director del instituto Max Planck de investigación cerebral, Wolf Singer, argumenta que nuestro cerebro toma todas las decisiones que nosotros consideramos "libres", basado en un complejo sistema que constantemente sopesa prioridades fisiológicas y elige acorde.
Al igual que sucede en todos los procesos biológicos anteriormente mencionados, no somos conscientes de que nuestro cerebro se encuentra ideando nuestras acciones futuras. Solo nos sentimos libres porque racionalizamos lo que acabamos de hacer para que, desde nuestra perspectiva, tenga sentido y podamos pensar que somos responsables de nuestros actos.
Siguiendo esto, Singer argumenta que los criminales no son culpables per se por sus crímenes, sino que los individuos que realizan actos delictivos sufren defectos cerebrales, los cuales causan su comportamiento errático. Aún no pueden ser ubicados por los escáneres actuales pero, según Wolf, la tecnología evolucionará hasta el punto en que podremos saber si alguien cometerá un crimen luego escanear rápidamente sus ondas cerebrales.
1. Si consideramos que nuestros pensamientos constituyen un tipo de estado biológico-físico, no puede existir el libre albedrío
¿Por qué no consideramos que las demás especies animales tienen libre albedrío? Algunos dirían que los humanos somos diferentes porque somos racionales, porque sabemos deducir lógicamente y medir las consecuencias de nuestras acciones. Sin embargo, nuestro trasfondo biológico es el mismo.
Así que, si tomamos en cuenta que, tanto los pensamientos de, digamos, un gato, son estados biológicos, al igual que los nuestros, pues tanto nosotros como ese gato estamos tan determinados como todo lo demás en el mundo físico.
Si aceptamos la razón número tres de esta lista, pues no tenemos más opción que aceptar esta también. Podemos encontrar pruebas de la causalidad determinista del universo en todas partes: una pelota de béisbol vuela por el aire porque alguien la lanzó, la lluvia cae porque antes se condensó, tu abuelo es viejo porque antes fue joven, etc. ¿Por qué nuestras decisiones funcionarían de manera distinta?
Si quieren que utilice la totalidad de mi poder mental para refutar los argumentos que expuse en este artículo, reaccionen a la publicación de este artículo en Facebook con una carita enojada. Si les interesa este tema y quieren aprender más, les recomiendo ver los dos vídeos que encontrarán abajo.