A menos de un mes de que la misión Rosetta complete su cometido, estrellándose contra el cometa 67P, la Agencia Espacial Europea (ESA) ha dado a conocer la noticia más esperada: por fin han localizado a la sonda Philae. El módulo, que hizo historia al ser el primero en aterrizar sobre un cometa, dormitaba sobre un lugar desconocido hasta la fecha.

A pesar de las comunicaciones intermitentes entre Philae y Rosetta, los investigadores no habían podido determinar la localización exacta donde se encontraba la sonda. Cuando el 12 de noviembre de 2014, la ESA logró que el módulo llegase a la superficie del cometa 67 tras recorrer 510 millones de kilómetros, no pudo precisar en qué lugar se había depositado. Philae logró aterrizar en tres ocasiones, pero los problemas de anclaje a la superficie rocosa provocaron que quedara en una zona donde recibía muy poca luz del Sol.

Como consecuencia, las baterías de Philae se agotaron tras 57 horas frenéticas de trabajo, en las que pudo enviar espectaculares imágenes del cometa 67P. Según la Agencia Espacial Europea, la sonda pudo completar el 80% del trabajo científico previsto. Sus datos fueron claves para determinar la presencia de moléculas orgánicas u oxígeno molecular sobre el cuerpo rocoso, además de recopilar información sobre los procesos de erosión que afectaron en el pasado al cometa 67P.

Philae
Agencia Espacial Europea

Tras esos dos días y medio de actividad, Philae se apagó. La ESA anunció a mediados de 2015 y a principios de 2016 que trataría de comunicarse de nuevo con la sonda, un objetivo que finalmente no consiguió. Aunque el cometa 67P pasó por el punto más cercano al Sol, conocido como perihelio solar, el módulo no recibió luz suficiente para recargar sus baterías y despertar de su hibernación. Después de meses intensos de trabajo, los científicos han podido determinar con precisión el lugar donde "dormitaba" Philae gracias a las fotografías obtenidas por la cámara OSIRIS.

Su localización permitirá relacionar la información obtenida por aquel entonces con la zona exacta donde reposa la sonda. Los datos nos ayudarán a comprender un poco mejor la historia del cometa 67P, el lugar contra el que se "suicidará" Rosetta el próximo 30 de septiembre. La misión completa así su exitosa actividad, que arrancó hace más de una década cuando despegó de nuestro planeta con el fin de estudiar el cometa 67P. Su historia termina con este feliz capítulo del hallazgo de Philae tras su misteriosa desaparición e hibernación sobre este cuerpo rocoso.