Nobel de Física 2013

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Entre los desafíos de la ciencia en 2016, destacaba el interrogante que dejó abierto el CERN a finales del año pasado. Los experimentos CMS y ATLAS detectaron indicios de una posible partícula, seis veces más masiva que el bosón de Higgs, que no cumpliría por primera vez el modelo estándar de la física de partículas.

Los experimentos CMS y ATLAS presentaron indicios de una nueva partícula, seis veces más masiva que el bosón de Higgs, que no cumpliría el modelo estándar

La presentación de los resultados preliminares desató una gran controversia. La existencia de esta posible partícula, que se encontraría en el intervalo 747-760 GeV, podría estar relacionada con la supersimetría. Los científicos del CERN reaccionaron con cautela ante las expectativas generadas. Al fin y al cabo, no es la primera vez que indicios preliminares sobre una nueva partícula terminan por descartarse.

"En 2011, por ejemplo, se encontró una partícula que parecía ser el bosón de Higgs a 140 GeV. Sin embargo, el intervalo en el que fue detectado era de tres sigmas y finalmente se vio que era una mera fluctuación estadística", explicó en diciembre una fuente del CERN a Hipertextual. Meses después, aquel hallazgo "en falso" se vio superado por la determinación del bosón con una masa de 125 GeV, esta vez a 5 sigmas. Un resultado decisivo para que Peter Higgs y François Englert recibieran el Premio Nobel de Física de 2013.

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Como se veía en la gráfica presentada en diciembre, se observaba un pico a 760 GeV para una desviación estándar de 2,6 sigmas en el experimento CMS del CERN. Fuente: Experimento CMS (CERN)

En el caso del experimento CMS, el exceso observado en diciembre se encontraba a 760 GeV con un exceso a 2,6 sigmas de la predicción. El experimento ATLAS, por su parte, detectó indicios de aquella hipotética partícula a 747 GeV con un exceso a 3,6 sigmas de la predicción. Las fuentes consultadas por Hipertextual explicaron entonces que "un estudio más cauteloso baja el numero de sigmas a 1,2 y 1,9 en CMS y ATLAS, respectivamente".

La acumulación de nuevos datos experimentales en el CERN rechaza la existencia de esta nueva partícula. Se trata de una mera fluctuación estadística

Las conclusiones difundidas en el congreso ICHEP 2016, el encuentro internacional sobre física de altas energías, rechazan aquellos indicios iniciales, apuntando además que se trata de una mera fluctuación estadística. Y es que tras recopilar cinco veces más cantidad de datos que en 2015, el CERN ha mostrado que los excesos observados por el experimento CMS y ATLAS desaparecen. Los rumores surgieron ayer por la noche, cuando se publicaron por error las investigaciones del CMS, pero han sido confirmados a primera hora de la tarde con la difusión de los datos de la colaboración ATLAS. Los científicos han señalado que "la ausencia de la señal sobre esta hipotética partícula no causa sorpresa, ya que con el gran número de búsquedas realizadas es posible detectar en ocasiones meras fluctuaciones".

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Comparación de los datos recogidos (luminosidad) por el experimento ATLAS del CERN en los últimos años.
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Como se ve en la gráfica difundida por el experimento ATLAS, el exceso a 750 GeV desaparece con los datos de 2016.

La reapertura del Gran Colisionador de Hadrones (LHC, por sus siglas en inglés) levantó grandes expectativas. No es casual que los resultados presentados el pasado diciembre despertaran dosis iguales de optimismo y cautela, compartidas por este medio. Como explicaron desde el Instituto de Física Corpuscular, "especialmente sugerente resultaba que estos resultados habían sido obtenidos de forma independiente por las dos colaboraciones, y que ambas encontraban el exceso en eventos con pares de fotones a una energía similar, alrededor de los 750 GeV".

La acumulación de un mayor número de datos experimentales permiten por el momento rechazar la posibilidad de una nueva partícula seis veces más masiva que el bosón de Higgs, como se comentó entonces. Para considerar un descubrimiento como tal, según el Centro Nacional de Física de Partículas, la significancia del exceso (el famoso bump) debe ser de al menos cinco sigmas, lo que "significa que la probabilidad de que este exceso se deba a una fluctuación estadística es de sólo 30 en 10 millones". A pesar del revés para el CERN, la física tiene ante sí nuevos desafíos para acelerar el futuro en los próximos años.

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