Hace justo una semana que se dio por concluida la misión Okeanos; cuyo objetivo es explorar el fondo del mar como nunca antes. Desde 2010, Okeanos lleva recorriendo los siete mares en busca de imágenes y datos jamás vistos hasta la fecha. El último lugar de observación ha sido la Fosa de las Marianas. Éste es el punto del océano y la corteza terrestre más profundo conocido. Su tamaño es tal que, en su interior, se esconden criaturas por completo desconocidas. Esto no es nada extraño pues el océano es un auténtico misterio para el ser humano. Por ello, el ROV de Okeanos ha trabajado arrojando un poco de luz en las profundidades. ¿Qué es lo último que ha visto este ingenio robótico?

Coral bambú

Okeanos | NOAA
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Los corales son cnidarios, como las medusas y anémonas. Estamos acostumbrados a ver los espectaculares arrecifes coralinos y la miríada de animales que habitan en sus inmediaciones. Pero jamás habríamos pensado que a 4.300 metros bajo la superficie del mar encontraríamos un ejemplar de coral bambú. Aunque no ha sido identificado, y probablemente sea una especie nueva, este es un pequeño y alargado coral blando que demuestra que el rango en el que pueden vivir es aún más grande de lo que imaginábamos. En concreto, unos 100 metros más en profundidad de lo observado hasta la fecha.

Hidromedusa

Okeanos | NOAA
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Como hemos podido comprobar, los cnidarios son los reyes indiscutibles de las profundidades. No solo por su gran rango de adaptación y su proliferación, sino por su belleza. Este hydrozoo de la clase hidromedusa es pequeño pero muy hermoso. Fue encontrado a nada menos que 800 metros bajo el mar. Y aunque no ha sido identificado, las hidromedusas están prácticamente por todas partes, incluyendo en el abismo de las Marianas.

Congriperla

Okeanos | NOAA
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Las brótulas o congriperlas son peces de la familia Ophidiidae. Esta clase lleva existiendo en nuestros mares desde antes de que apareciésemos. Los primeros restos datan del eoceno, hace unos 60 millones de años. En concreto, esta especie grabada por el Okeanos *parece del género Eretmichthys**; y el equipo la ha identificado como una posible E. pinnatus*. Estos animales pueden llegar a medir hasta cuarenta centímetros y vivir hasta 2.000 metros bajo el mar.

Una concha antigua

Okeanos | NOAA
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Una de las funciones del Deep Discoverer, el rover del Okeanos, es recoger muestras que permitan conformar la historia de la zona, como si de un puzzle se tratase. En esta imagen se observa al robot cogiendo una curiosa concha en espiral con sus pinzas. Más adelante la muestra puede ser estudiada y datada para saber qué ocurrió a casi 5.000 metros, cuando el mundo era mucho más joven.

Anfípodos

Okeanos | NOAA
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Estos dos simpáticos anfípodos están posando sobre un tallo de esponja. Parece increíble que estos minúsculos artrópodos alcancen los 2.000 metros de profundidad, alimentándose de plancton y otros animales aún más pequeños, aunque estos son parte del mesozooplancton. La gran mayoría de anfípodos viven en aguas saladas y son cosmopolitas.

Coral negro

Okeanos | NOAA
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Este tipo de cnidario son unos extraños animales que viven a partir de los 100 metros y pueden alcanzar tremendas cotas de hasta 8.600 metros. Este, probablemente un Schizopathes sp., fue encontrado a casi 3.000 y, lo más curioso de todo, se puede ver cómo hace una serie de surcos circulares en el sedimento de alrededor. Los corales negros, como muchos otros cnidarios, filtran el agua de su alrededor, captando las partículas de materia orgánica y plancton.

Afiónido

Okeanos | NOAA
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Por primera vez se ha grabado a un afiónido vivo. Estos peces, familia lejana de las congriperlas, no tienen escamas y poseen ojos atrofiados. Ni siquiera tienen vejiga natatoria, por lo que viven junto al sedimento. Este pez fantasma es una auténtica reliquia viviente de la que solo teníamos constancia por sus restos. Este afiónido, de unos diez centímetros, fue hallado a unos 2.600 metros bajo el mar.

Gusano bellota

Okeanos | NOAA
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Sin duda, uno de los animales más raros con los que se ha topado el equipo durante la exploración es el gusano bellota, un hemicordado de la familia Enteropneusta. Estos gusanos se parecen bastante a sus primos anélidos (al igual que a otros gusanos) pero son animales más antiguos y con grandes diferencias físicas. Este en particular fue encontrado a casi 5.000 metros de profundidad.

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