Vuelve Mr. Robot. La segunda temporada de la serie revelación del verano pasado comienza mañana en USA Network. La anterior temporada nos dejó un final de infarto que siguió a una temporada llena de misterios y angustia. ¿Pero de dónde viene la serie? Las inspiraciones que han hecho realidad la serie de Sam Esmail son muy, muy variadas.

Taxi Driver de Scorsese, o toda la obra kubrickiana, han marcado cómo Sam Esmail enfoca el apartado cinematográfico de Mr. Robot. Grises, lo alejado de la superficie, pasear por los pensamientos del protagonista, etc. Aunque el concepto de Anonymous parezca más obvio, su creador hace más referencia al concepto de lo oculto tras de Eyes Wide Shut, la última película de Kubrick.

Sin duda A Clockwork Orange, otra de las mejores obras de Kubrick, así como American Psycho, y sus relaciones con la psicopatía en el mundo corporativo dan mucho de beber a Mr. Robot. Pero hablemos de ejemplos más concretos.

Fight Club

fight club

La obra de referencia de la cultura popular en cuanto al antiestablecimiento y el inconformismo social. Dos de las grandes columnas que sostienen la narrativa de Mr. Robot.

David Fincher y la novela de Palahniuk ponían sobre la mesa los grandes males del capitalismo de finales del siglo XX, que Esmail barniza de cultura hacker para salvar las dos décadas de distancia. Si Fight Club se hubiera escrito hoy en día, Tyler Durden habría enseñado a Sebastian —el nombre real del narrador— a hackear en vez de a poner explosivos.

Breaking Bad

breaking_bad

Breaking Bad nació en la época de Netflix. Poder mantener arcos largos, retorcidos y complejos en una serie así echa para atrás a mucha audiencia. Aunque Sopranos, Shield, The Wire, Lost, etc. tomaron este rol mucho antes. Esmail confesó que fue Breaking Bad, que “contaba el mismo arco argumental durante todas las temporadas” lo que le inspiró para convertir Mr. Robot en una serie.

El plan inicial era que la narrativa de la primera temporada se convirtiera en la primera parte de una película. Tendremos que dar las gracias a Vince Gilligan y al trillón de premios que Breaking Bad consiguió, por que hoy Mr. Robot sea una serie tan apasionante.

Blade Runner

Blade Runner

Con Elliot, al igual que con Tyrell, nos adentramos en sus cabezas pero sin llegar a saber bien qué ocurre. Cuál es su origen. Sin querer spoilear mucho, el trastorno disociativo del protagonista de Mr. Robot recuerda en cierto estilo a la búsqueda de identidad de Rick Deckard en Blade Runner.

Los personajes ambiguos, sin buenos ni malos, la sociedad caótica e impersonal en un mundo que hace años perdió la senda unen también ambas obras. La banda sonora de Mr. Robot también es más que interesante, y aunque tienen ciertamente ragos muy similares, queda lejos de las composiciones de Vangelis para la película de Ridley Scott.