Diez años de trabajo, 700 horas de metraje, innumerables horas de edición. Es una parte de lo que costó la producción de Making a Murderer, una de las más recientes series originales de Netflix que terminó poniendo en jaque al sistema judicial de todo un país. Curiosamente, en un principio la serie sólo iba a constar de tres episodios, luego se amplió a ocho, y finalmente a una temporada de diez capítulos, a una hora por cada uno. Y decimos "curiosamente" porque Netflix acaba de confirmar la llegada de una segunda temporada para el que fue uno de los mejores documentales de 2015, lanzado el 18 de diciembre de ese mismo año.
Esto aún no ha terminado. @MakingAMurderer
— Netflix España (@NetflixES) 19 de julio de 2016
Making a Murderer es un documental descorazonador, de los que se llevan un trozo de la fe en la humanidad que puedas tener. Eso sí, al menos su llegada como producción televisiva, y a una plataforma tan sumamente popular como Netflix, sirvió para que la revisión del caso fuese un clamor popular en Estados Unidos, toda vez que aumentó las suspicacias hacia el sistema judicial. Incluso Anonymous acabó recolectando pruebas contra los agentes que, valga la redundancia, manipularon pruebas en contra de Steven Avery.
Sin fechas oficiales por el momento, sí que podemos contar con una aproximación, en torno a diciembre de 2016, para la llegada de la segunda temporada de Making a Murderer. Al menos en el caso de que Netflix sea fiel a su guión habitual lanzando las temporadas de año en año. Esperaremos con paciencia para llenarnos de indignación. Otra vez.