La unificación de lo tecnológico con lo tradicional: esta ha sido la máxima de muchos de los emprendedores que ahora mismo están operando en el mercado con una u otra aplicación.
Es el caso de las plataformas digitales para manitas; aquellas que a través de un smartphone dan la posibilidad de solicitar el arreglo de un grifo, una ventana o cualquier cosa que se necesite. Además de lo complicado que es, un muchas ocasiones, encontrar un empleado para estas pequeñas tareas en el hogar, supone todo un proceso confuso a la hora de discernir entre profesionales y averías según apunta Jobin. Esta startup, nacida en Valencia, partía de la base de que las cosas en casa se siguen estropeando pese a que nos encontremos en la era de la tecnología, que cada día contamos con menos tiempo disponible y que todo ha de ser a través de aplicaciones.
Las aplicaciones de manitas acaban con el problema de los tiempos. Ofrecen un servicio inmediato
Añade además, el hecho de que las nuevas generaciones huyen de todo lo que huela a tradicional o antiguo. Por lo que una app para aquellos millennials recién independizados no podría llegar en mejor momento: "nuestra generación está viviendo a todo ritmo y necesitamos soluciones rápidas", comenta Jorge Oliveros, CEO de Jobin.
Y no solo una, ya son muchas las que han surgido alrededor de este nicho de mercado. Etece, fundada en 2012, quería ofrecer una manera de "organizar la información en internet" según uno de sus fundadores, Ignacio de la Hera. Las Páginas Amarillas o Milanuncios ya se estaban quedando pequeños o antiguos; además, estos sistemas pecaban de lentos, cuestión resuelta en estas aplicaciones, en las que las peticiones siempre son respondidas a los pocos minutos. Además, se acabó eso de esperar a un profesional con el que quedamos a la hora H el día D, y que, misterios de la vida, nunca volvió a dar señales de vida. "Si uno de ellos no acude a la cita se le expulsa de la plataforma y nunca más puede volver a realizar trabajos a través de Etece", cuenta Ignacio. Y tanto igual para el resto de apps. "La reputación digital es esencial en este momento", apunta Oliveros; una mala esperiencia o una actitud poco profesional penaliza a estos trabajadores, por lo que en cuestiones de eficiencia "sólo quedarán los mejores".
Y al otro lado del Atlántico ha surgido la misma necesidad. Concretamente en México con Iguanafix. Que al igual que sucediese con todas aquellas que dedican sus esfuerzos a gestionar los servicios de las empleadas del hogar, esta ha venido a dignificar un sector abandonado en muchas ocasiones.
Se incluye en todo este proceso un concepto para todos ya conocido: la seguridad. ¿Cómo dejamos entrar a un sujeto desconocido en casa? Milagrosas aplicaciones que permiten tener todos los datos de estas personas listos para ser usados en caso de necesidad y que se gestionan a través de la comunidad creada a través de los usuarios.
Empleo para muchos
Juan, 58 años, lleva trabajando en esto de la fontanería desde que tiene uso de razón. Con la crisis llegaron las vacas flacas y todos sus contratos formales se fueron por el desagüe. Cruel metáfora. Su estatus de autónomo le impedía cobrar el paro, por lo que la única manera de granjearse algunos ingresos era hacer "chapucillas" puntuales en casa de uno u otro cliente que le llamaba y con pagos "bajo cuerda". El boca a boca funcionaba en la mayor parte de las ocasiones, porque esto es como todo: si lo haces bien, terminan recomendándote. Esta historia podría ser la de cualquier empleado de este tipo de oficios, unos tres millones de profesionales en España.
Con una tasa de paro de más del 22% en España (y aunque sólo del 3,8% en México), la búsqueda de salidas laborales para muchos profesionales de elevada edad es necesaria. Estos colectivos, con gran experiencia pero una edad relativamente avanzada, no cuadran en el nuevo paradigma laboral, pero todavía tienen mucha carrera por delante.
O incluso para aquellos que, según de la Hera, teniendo su trabajo fijo aportan horas libres para realizar empleos que complementen su actividad: "a través de aplicaciones como Etece monetizan su tiempo libre".
Y no solo para mayores. En el caso de Jobin, la edad media se encuentra en los treinta años aproximadamente, y "utilizan la plataforma para darse a conocer", comenta Oliveros. Después de todo, según un último informe del INE, cinco de cada siete de estos profesionales utiliza el móvil para trabajar, los jóvenes en mayor medida, por lo que "darles una plataforma a través de la cuál gestionen su actividad era el paso lógico".
Un dilema menos: la economía sumergida
Se sabe que es una parte muy importante de la economía, pero no hay una cifra que lo confirme a ciencia cierta. En España se estima que ronda el 20% del PIB, lo que supone que 190.000 millones de euros, y en México algo más del 25% del total. Estas cifras superan, de lejos, a la media europea que se encuentra en el 18,6% o a la de Estados Unidos.
Estas aplicaciones obligan a hacer factura, por lo que se evita la economía sumergida
Un fenómeno que, lejos de solucionarse, es una cuestión que se presenta en el día a día. Una ausencia de conciencia fiscal en la ciudadanía, así como los momentos de crisis y altas tasas de desempleo son el caldo de cultivo para que las cifras no mejoren. De hecho, existe un intenso debate sobre esta cuestión.
Desde un punto de vista fiscal, la lucha contra esta actividad de adivina intensa. Pero por otro lado, este tipo de economía supone la única vía de ingresos para una parte importante de una sociedad que, de regularse su actividad, no vería rentable hacer esos pequeños empleos. Trabajos como los que tienen que ver con el mundo de los arreglos en casa, populares por acogerse a no declarar el IVA por dejar de "hacer la factura".
Aplicaciones que vienen a aportar un poco de tecnología a empleos muy tradicionales pueden, quizá, arrojar algo de luz sobre este mundo. Como nos confirma de la Hera, el cliente "recibe hasta cuatro presupuestos, de los cuales elige el que más se ajusta a sus necesidades. Se contrata a través de la web, y Etece se queda con un porcentaje". El hecho de que estos intermediarios tengan que cobrar por la operación garantiza la tributación del servicio. Así como la obligación de que los profesionales estén registrados como autónomos hace pensar que, quizá, las cifras mejoren sensiblemente.
Y si los profesionales no cumplen con la normativa, y no tienen sus cuotas al día, se les expulsa. Porque como comentan desde Jobin, "ellos son un plataforma intermediaria". Puede existir el riesgo de que profesionales y usuarios lleguen a un acuerdo y eviten la aplicación, pero todo el proceso previo que se ha realizado a la hora de aportar presupuestos, hablar a través de los chats de la app y concretar precios ha quedado registrado, apunta Oliveros, por lo que evitar los impuestos es complicado, por no decir imposible.