Por mucho tiempo, la tecnología ha sido culpada de tener consecuencias negativas sobre personas propensas a padecer de enfermedades mentales como depresión, ansiedad y estrés: se nos ha dicho que la relación entre una persona y su dispositivo puede volverse patológica, ocasionando cuadros similares a los de las adicciones a sustancias dañinas. Sin embargo, el lado contrario de la moneda suele ser ignorado: las formas en las que la omnipresencia de la tecnología podría ayudarnos a mantener a raya la depresión y la ansiedad.
Mide tu felicidad
Track your Happiness es un proyecto de Matt Killingsworth como parte de su investigación de doctorado en Harvard. Consiste en un sitio web (que puede ser usado conjuntamente con una aplicación para iPhone o por separado) que te envía recordatorios tres veces al día durante un mes, haciéndote contestar una serie de preguntas a través de las cuales podrás **averiguar qué factores se encuentran asociados con tu felicidad*. El informe que te mostrará al final es extremadamente personal, y puede llevarte a descubrir cosas que a priori te parezcan poco intuitivas, como que seas más feliz cuando estás solo que acompañado de otras personas, o como que te haga más feliz hacer cosas que tienes que hacer que aquellas que quieres* hacer. Además de ayudar en la investigación para entender mejor las causas de la felicidad en general, te ayudará personalmente a comprenderte mejor y saber qué cosas te hacen feliz e infeliz a lo largo de tus actividades cotidianas.
Aplicaciones para la depresión y la ansiedad
Existe una serie de aplicaciones para distintas plataformas que pueden ayudarte a desarrollar hábitos positivos, así como a aprender herramientas para manejar momentos difíciles. Por ejemplo, What's Up? es una aplicación que ofrece ejercicios de relajación, técnicas de respiración, así como un diario y una herramienta para medir tus hábitos positivos y negativos que podrían estar afectando tu estado de ánimo.
En ocasiones, conversar con otras personas puede ayudar: **7 cups es una aplicación para conversaciones anónimas y confidenciales que pueden prestarte apoyo emocional. La aplicación está en inglés, pero si consigues entender lo suficiente para navegarla, puedes encontrar chats y grupos en español.
Por último, Pacífica ofrece herramientas basadas en la terapia cognitivo-conductual**, que te ayudan a relajarte y manejar la ansiedad. Contiene un medidor del estado de ánimo que te permite ver cómo mejora o empeora a lo largo del tiempo, así como añadir notas para que puedas relacionar las diferentes situaciones o desencadenantes de un estado de ánimo determinado (la compañía de ciertas personas, factores de alimentación, ejercicio, etcétera).
¿Te sientes como la mierda?
Feel like shit? es probablemente mi herramienta favorita de esta lista: una guía interactiva de cuidado personal. Quienes sufren de depresión, ansiedad u otros trastornos sicológicos frecuentemente tienen problemas detectando las señales de su cuerpo que indican que necesitan ciertos cuidados (descanso, comida, ejercicio). Esta guía facilita muchísimo tomar las medidas necesarias para alcanzar un nivel de flotación en términos de bienestar, haciéndote preguntas sencillas de contestar e indicándote con claridad algunas acciones simples que puedes llevar a cabo en pocos minutos para sentirte mejor. Lamentablemente sólo está en inglés, pero el lenguaje **es suficientemente simple para que Google Translate pueda ayudarte si tienes algún problema en entenderla.
Si bien es cierto que la tecnología puede ser usada para aislarte y empeorar tus problemas anímicos, también puede ser una herramienta para ofrecernos apoyo, guía, e incluso la posibilidad de comunicarnos con otras personas que puedan brindarnos ayuda. Lo más importante es recordar que la depresión no es más que una enfermedad, y como tal puede ser tratada: tomar las medidas que estén en nuestras manos, y buscar ayuda si la necesitamos.
Recordatorio:** La ayuda definitiva para la depresión viene de parte de un doctor o un psicólogo. Si sospechas que tienes los síntomas de la depresión, consulta con uno.