El elemento más costoso para un coche eléctrico cada vez es más barato para que en menos de 5 años todos podamos tener nuestro vehículo 100% eléctrico. Desde la presentación de los primeros modelos eléctricos en 2009 hasta el día de hoy el precio de las baterías para coches eléctricos ha disminuido drásticamente pero tendrá que seguir esta senda para poder competir con el coche impulsado por gasolina sin ayudas. Y para competir de tú a tú se necesita que los precios se igualen.
En 2009 no se publicaban los precios de las baterías para coches eléctricos porque prácticamente no se vendían pero las estimaciones hablaban de precios para el Chevrolet Volt y el Nissan Leaf de entre 600 y 1.200 dólares (entre 520 y 1050 euros) por kwh, unos datos que confirman que las primeras generaciones de casi todos los vehículos eléctricos no eran un buen negocio para los fabricantes. A esto tienes que sumar el coste en la red de recarga, en publicidad... los primeros años fueron muy complicados.
En 6 años el coste de las baterías se ha reducido bruscamente.
Nos situamos en pleno 2016 cuando el jefe de producto de General Motors, Mark Reuss, afirmó que no pagarían más de 145 dólares (125 euros al cambio actual) por cada kwh de las baterías del nuevo Volt. Como podrás observar la evolución del precio de las baterías para coches eléctricos ha sido muy llamativa, lógica puesto que los primeros años de un nuevo producto tecnológico el coste es muy elevado y conforme pasan los años y más fabricantes se interesan por la tecnología, el coste desciende bruscamente. Eso sí, la autonomía de este paquete de baterías no permiten al Volt recorrer más de 80 kilómetros en modo 100% eléctrico.
Si damos un vistazo a los coches que tienen baterías más grandes y que por tanto otorgan mayor autonomía a los vehículos eléctricos, como el nuevo Model 3, el coste es mucho más elevado puesto que la densidad y el tamaño son mayores. Las estimaciones hablan de que las baterías del Model 3 tendrían un coste de unos 260 dólares por Kwh (230 euros aproximadamente). La última tecnología se paga y eso que Tesla tiene su propia factoría por lo que el coste es mucho menor. Y esto es fundamental.
Tan solo Tesla hace sus propias baterías, el resto de los fabricantes están dedicando sus esfuerzos en hacer lo que saben hacer: coches.
Se dice que los fabricantes de baterías para coches eléctricos tienen un margen de beneficio de entre el 30% y el 40% por lo que Tesla puede ahorrarse este beneficio y reinvertirlo en crear mejores baterías que solo usarán ellos. Si consiguen dar con la tecla adecuada es posible que o bien abaraten sus baterías y por tanto sus coches o bien que encuentren la forma de crear baterías más eficientes y con mayor densidad.
En estos últimos 6 años el precio de las baterías para coches eléctricos ha disminuido bastante, algo lógico pero que no seguirá este camino tan pronunciado sino que tendremos que llegar a una estabilización en torno a los 130 euros por Kwh para baterías que puedan dotar al coche de unos 400 kilómetros de autonomía.