Los de Redmond han anunciado definitivamente la venta del resto de sus activos adquiridos a Nokia. La división de terminales móviles tradicionales, uno de los puntos fuertes por volumen de terminales a nivel mundial, ha sido vendida a la taiwanesa FIH Mobile, una filial de Foxconn, y la finlandesa HMD Global por 350 millones de dólares. Foxconn era desde hace años el fabricante de estos terminales, que hace una década pusieron a Nokia en el cielo de las empresas tecnológicas con una valoración de 150.000 millones de dólares antes de que el iPhone y la revolución de los smartphones se comiera el mercado.

El Nokia 105, un éxito de ventas en mercados emergentes, quedará ahora en manos del que ya era su fabricante.
El Nokia 105, un éxito de ventas en mercados emergentes, quedará ahora en manos del que ya era su fabricante.

Lejos del esplendor de hace una década, el negocio de los teléfonos móviles tradicionales añadía complejidad a la estructura de Microsoft y quedaba fuera de cualquier tipo de consideración futura. Los 4.500 empleados que sobrevivieron a los despidos masivos del año pasado, forman la división cambiarán de empresa por segunda vez en tres años.

Lo que Nokia vendió por 7.000 millones de dólares, lo recuperan por 350, y libre de cargas

Lo más interesante es que HMD Global Oy es una empresa recién creada con el propósito único de licenciar la marca Nokia, y trabajar con Foxconn para hacer más tablets como el Nokia N1 y continuar con la línea de teléfonos móviles. Es decir, lo que vendieron por más de 7.000 millones de dólares, lo recuperan por unos 350 millones tres años después, y libre de cargas.

Nokia podrá volver a vender smartphones a finales de 2016, cuando finaliza la cláusula que le impedía participar en este mercado tras la venta a Microsoft de su negocio. Así que, en realidad, lo que este acuerdo significa es la vuelta completa de Nokia al mercado de smartphones, tablets y teléfonos tradicionales. Tras la fallida gama Nokia X que Microsoft puso en el mercado, pronto podría llegar el rumoreado Nokia C1.

Es un movimiento necesario para Microsoft, que está en un hiato aparente de interés por su gama de smartphones, a pesar de terminales interesantes como el Lumia 950XL. Todo mientras sigue mejorando Windows 10 Mobile que tiene por delante la difícil tarea de recuperar todo el terreno perdido por Windows Phone.