Las cosas no están funcionando dentro del área móvil de Microsoft. Tras adquirir Nokia, las ventas no han sido las esperadas más allá del respiro que supuso el Lumia 520. Por ello, hace poco asistimos a una reestructuración de puestos clave en la compañía, operación en la que Stephen Elop dejaba de estar al cargo de la división de smartphones de Microsoft. Hoy, Microsoft ha anunciado 7800 despidos, mayoritariamente localizados en el sector móvil de la compañía, un recorte que esperábamos.
Microsoft se centraría así aún más en servicios y en su propio ecosistema único Windows, con su estrategia Cloud-First, Mobile-First, aunque dejando bastante de lado la parte del hardware, según cuenta Satya Nadella en un mail interno. Esto no quiere decir que no vayamos a ver nuevos dispositivos Lumia, de hecho los esperamos junto al lanzamiento de Windows 10 Mobile, sino que simplemente la compañía de Redmond ha visto que no es rentable y bajará la actividad, centrándose más en el software y reduciendo la cantidad de smartphones lanzados. Es la única manera de intentar que Windows 10 Mobile gana cuota, pues prácticamente ningún actor importante está apostando últimamente por Windows en smartphones.
A 12500 despidos de trabajadores procedentes de Nokia, ahora se suman otros 7800 del mismo área.
Microsoft llevará a cabo los despidos y la reestructuración a final de año y la finalizará al final del año fiscal 2016. Asume una reducción de valor de 7600 millones de dólares, el coste que finalmente supuso adquirir Nokia. Es decir, que Microsoft da por perdida la cantidad invertida en la compra de la compañía finlandesa. Estos despidos se unen a los 18000 anunciados hace un año, que también fueron acompañados de la desaparición de los Nokia X, los terminales que llegaron con Android. De esos 18000 despidos, 12500 correspondían a trabajadores de Nokia, lo que sumado a estos 7800, hace que dentro de la compañía sólo vaya a permanecer aproximadamente un 20% de los trabajadores que llegaron tras la absorción.