La domesticación como la conocemos actualmente es fruto de largos procesos que iniciaron hace 10,000 años. Los primeros indicios de actividad agrícola se ubican en lo que hoy es Irak, en una época de gran importancia para los humanos: el Neolítico. En este periodo, en distintas partes del mundo, y de forma independiente, se empezó a practicar la agricultura y la ganadería.
El paso de la vida de cazadores-recolectores a sistemas sedentarios y de domesticación de plantas y animales se desarrolló de forma paulatina. Lo que no deja de sorprender es que este proceso naciera en distintas partes del mundo y que esto marcaría el destino de los humanos, animales, plantas y la Tierra en sí misma.
El proceso de domesticación de plantas tuvo lugar hace diez mil años
A este paso importante para la humanidad se le denomina la Revolución neolítica. La domesticación como tal se le puede definir como el proceso en el cual especies animales o vegetales se transforman debido a la selección artificial hecha por el hombre. Los cambios que sufren las especies se ven reflejados en los aspectos morfológicos, fisiológicos o de comportamiento y que son heredables, lo que ha hecho que el hombre adapte esas especies como recurso y para sus actividades. La transformación de las especies es tal que en algunos casos la especie llega a depender de la intervención humana para su superviviencia, a este proceso se le denomina síndrome de domesticación.
Con el paso del tiempo, distintos autores han estudiado los procesos de domesticación de plantas y animales; también con la intención de conocer el origen de las mismas y sus parientes silvestres. En el caso de las plantas particularmente fue estudiado por Alejandro Von Humboldt y más tarde por Alfonso De Candolle, quien señalaría acertadamente que el lugar donde abunda alguna especie no indica su origen.
Más tarde y con el apoyo de estudios arqueobotánicos y una amplia colección de especies que hizo a través de sus viajes, Nikolai I. Vavilov desarrollaría la clasificación llamada Centros de origen de las plantas cultivadas, la cual se mantiene aún vigente solo con alguna modificaciones.
Vavilov, al cual la época de la Rusia stalinista le pagaría muy mal porque en ese tiempo se consideró a la genética como una "pseudociencia burguesa", propuso 8 Centros de origen de las plantas; además de identificar los centros de variación y áreas de diversidad de las especies cultivadas, que son aquellas áreas en las que una especie o un grupo relacionado de especies se diversifican aunque sea diferente a su región de origen.
Los centros de origen de las especies de cultivo son aquellas regiones en donde se inició su proceso de domesticación, selección y mejoramiento y donde aún se encuentran parientes silvestres de dichas especies. Nikolai I. Vavilov identificó 8 regiones:
- China
- India
- Región Indo-Malaya
- Asia Central, incluyendo Pakistán, Punjab, Kashmir, Afganistán y Turkestán
- Cercano Oriente
- Mediterráneo
- Etiopia
- Sur de México y Centroamérica
- Sudamérica
- Ecuador, Perú, Bolivia
- Chile
- Brasil-Paraguay
Así pues, al observar estas regiones podemos comprender la importancia que sigue teniendo la agricultura en estos lugares y la vital importancia de comprender las transformaciones que ha hecho el hombre en las especies y el impacto de esto; impacto que inició hace más de diez mil años y del cual estamos viviendo las consecuencias. Sobra decir que la demanda de alimento y las cifras que ha alcanzado la población mundial hacen del tema de la agricultura uno vital para el futuro tanto de la humanidad como para el mismo planeta Tierra.