La cafeína es esa mágica sustancia que nos mantiene despiertos, concentrados y frescos. Además, nos acompaña en numerosas ocasiones sociales. Hemos hablado en numerosas ocasiones de sus beneficios, cada vez mejor conocidos por la ciencia. Pero, como el veneno está en la dosis, es imprescindible hablar de la cara oculta de esta sustancia. Porque sí, la sobredosis de cafeína existe. Pero, ¿qué ocasiona? ¿Y cuánta cafeína hace falta para que ocurra? Conocer todas las consecuencias de un producto de consumo tan a la mano es un asunto indispensable.

¿Qué es la sobredosis de cafeína?

Clínicamente hablando, se consideran varios casos de sobredosis de cafeína, según la cantidad ingerida. El primero de ellos es un caso de intoxicación aguda por cafeína. Esta se da entre los 300 y los 500 miligramos de cafeína ingerida, aunque esto depende enormemente de la tolerancia, el peso y otros factores. Los síntomas de la sobredosis de cafeína aguda son el nerviosismo, la sobre-estimulación, el insomnio y puede que algún trastorno gastrointestinal. Pero, en principio, nada grave. Si seguimos aumentando la dosis, entonces, podemos llegar a una sobredosis de cafeína extrema. En tal caso, los síntomas se vuelven mucho más agresivos y peligrosos e incluyen vómitos, arritmia, mareos o incluso la muerte. De hecho, a medida que nos acercamos a la dosis semiletal, o DL50, estos se van agravando de forma casi exponencial. La DL50 es la cifra que determina la muerte por sobredosis de cafeína en el 50% de los casos.

La intoxicación aguda por cafeína se da entre los 300 y los 500 miligramos de cafeína ingeridaEn ratones, dicha dosis es de 192 mg por kilo del animal. En seres humanos se estima que dicha dosis es de 150-200 mg por kilo. Es decir, para una persona de unos 75 kilos, harían falta unos 11,25 gramos de cafeína para alcanzar la LD50 (es decir, que mueran el 50% de los individuos). La dosis letal absoluta, o LD100, es más complicada de calcular y supone la muerte del 100% de los individuos a los que se les ha administrado la dosis. Podemos asumir para la cafeína que el doble de la LD50, unos 22,50 gramos por kilo, resultarán letales para todos los individuos. No obstante, estos datos están extrapolados de las ratas de laboratorio, como vemos. Así que algunos investigadores sitúan esta cifra por debajo de las estimaciones. De hecho, existen algunos casos graves de intoxicación causados por una concentración menor a las estimadas según estos cálculos.

En busca de la sobredosis

Ahora, imaginemos que queremos ir en busca de una terrible muerte por sobredosis de cafeína. ¿Cuántos cafés o refrescos debemos consumir? Imaginemos que pesamos 75 kilos, no padecemos ninguna enfermedad ni tampoco sensibilidad a este compuesto:

Refrescos de cola

Mejini Neskah / Shutterstock.com
Mejini Neskah / Shutterstock.com

Los refrescos como la coca-cola son bebidas azucarada con una cantidad moderada o pequeña de cafeína. Para poder alcanzar la sobredosis de cafeína aguda habría que tomar unas 15 latas de refresco (de 33cl). Eso sí, la cafeína no dura más que unas horas en nuestro cuerpo, así que habría que hacerlo rápido para notar los síntomas de una ligera intoxicación. Para alcanzar la LD100 habría que beber unas 340 latas. Lo que supone unos 112 litros de refresco. Así que no sabemos qué nos mataría antes, aunque probablemente no sería la cafeína.

Café

Fuente: Shutterstock
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El café destilado en cafetera contiene una cantidad considerablemente mayor de cafeína que los refrescos. Para alcanzar una sobredosis de cafeína aguda, sólo hacen falta unos 6 cafés expresos (en taza de café). Con 147 cafés consumidos alcanzaríamos la LD100. Una cifra bastante más asequible. Aunque seguimos hablando de unos seis litros y medio de café.

Bebidas energéticas

bebida energetica

Aquí llegamos a uno de los productos con más debate tras de sí de todo el mundo. Indudablemente, los refrescos energéticos llevan una cantidad excesiva de cafeína. Pero no tanta como parece. Veamos cuánta es. Para alcanzar una intoxicación aguda con una lata de 250ml sólo harían falta séis. Las latas más grandes, de hasta medio litro, llevan la misma concentración, pero más cantidad. Así que con tres, sería más que suficiente. Para alcanzar la dosis letal tendríamos que bebernos unas 140 latas (o 70). Lo que no parece ninguna locura si lo comparamos con el café. Además, hablamos de 35 litros de refresco. Lo que también habría que tener en cuenta es el resto de sustancias que lleva: una cantidad aberrante de azúcar así como taurina. En definitiva, las bebidas energéticas son una bomba calórica sin parangón.

Píldoras de cafeína

Shutterstock
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Las píldoras de cafeína, en cambio, sí que contienen una cantidad excesiva. Al fin y al cabo tienen un objetivo nutricional o médico concreto. Por ejemplo, una píldora típica contiene unos 100 mg. Con sólo tres píldoras estaríamos alcanzando la sobredosis de cafeína aguda. Con 225 píldoras alcanzaríamos la LD100%, sin que nada pudiera salvarnos. Parecen muchas. Pero casi todos los casos de sobredosis de cafeína que se dan en el mundo se deben a estos productos.

Algunos casos documentados

Lo cierto es que, aunque parece difícil alcanzar una sobredosis de cafeína, existen varios casos documentados a lo largo y ancho del mundo. Uno de los que más debate causó, hace unos años, fue la muerte de la joven de catorce años, Anais Fournier. Según los medios y la opinión pública, quién se cebó con el caso, la culpa la tenían los refrescos de la marca Monster consumidos por la niña. Esto llevó a los familiares a presentar una denuncia contra la marca, así como ha realizar diversas revisiones en casos similares ocurridos antes. Más allá de las razones de la muerte, en las que probablemente sí que estuviese relacionada la cafeína, el caso inflamó el debate y puso a esta sustancia en el punto de mira de las autoridades. Esto ha permitido descubrir más sobre sus propiedades.

monster

Hasta la fecha, no son demasiados los casos de sobredosis de cafeína causados por alimentos (refrescos, café...) convencionales. Algunos de los más llamativos como el de Anais Forunier, no ha dado respuestas concretas. Otros sí muestran claramente el efecto potencialmente nocivo de la cafeína. Pero otro dato curioso es que en un gran número de casos está sujeto a una sensibilidad anormal de la cafeína, la cual es una sustancia muy activa. En definitiva, llegar a una intoxicación por esta sustancia es difícil. Además, sus consecuencias no son excesivamente graves, en el caso de la intoxicación aguda. Por otro lado, la disponibilidad de refrescos y pastillas sí que puede suponer un factor crucial en el número de intoxicaciones ocurridas. Así que, como de costumbre, lo primero es ser un poco coherentes y tener mesura. Un café o dos al día, desde luego, no te harán daño. Pero diez, puede que sí.

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