Desde que ser geek está de moda, los libros de ficción escritos pensando en un público geek ya no son underground, sino que se convierten en éxitos de venta, como "**Ready Player One", la novela de Ernest Cline para gamers y amantes de los años ochenta, que está siendo llevada al cine por Steven Spielberg. La mayoría de nosotros, sin embargo, todavía leemos libros (incluso a veces ¡de papel!): si eres un lector de Hipertextual, muy probablemente te gustará la novela de Robin Sloan "El Señor Penumbra y su librería 24 horas abierta".
Antes de decirles nada sobre la novela, puede ser relevante comentarles que si pasan mucho tiempo en internet probablemente ya hayan leído algo escrito por Robin Sloan: su historia "Julie Rubicon", un cuento escondido en el formato de artículo de Facebook sobre un algoritmo que puede predecir el futuro, se hizo viral en muy poco tiempo y causó reseñas en diversas páginas dedicadas a la tecnología y el internet.
Si leíste "Julie Rubicon" (y si no, quizás quieras hacerlo ahora puedes hacerte una idea sobre si te gustará "El Señor Penumbra". Las historias son sumamente diferentes, pero el estilo y la óptica con la que están contadas son las mismas: son historias para nerds, para gente que ama los libros tanto como la tecnología, para la clase de gente que tiene un **Kindle** y lo lleva consigo a todas partes.
Festina lente
Nuestro protagonista es Clay Jannon, un programador/diseñador web que pierde su empleo en San Francisco a causa de la recesión, y termina trabajando en el turno nocturno de una extraña librería que abre las 24 horas. Por supuesto -porque si no, no habría novela- la librería alberga extraños misterios, y junto a Clay iremos descubriéndolos: una rara sociedad secreta dedicada a desentrañar un enigma desde hace cientos de años, un enigma que -según ellos creen- puede cambiarlo todo.
Si bien la narración tiene fallas menores -cualquier escritor te dirá que con frecuencia, la manera en que se resuelven los problemas de Clay resulta demasiado fácil-, no podemos evadir el hecho de que la novela está llena de ganchos para nerds del siglo XXI: enormes estantes llenos de libros, escáneres de hardware libre, visualización de datos, problemas intelectuales que los personajes deben resolver, visitas a las oficinas de Google, historia de la **tipografía y falsas sociedades secretas.
Aunque la historia gira en torno a dos personajes masculinos (Clay y el Señor Penumbra, un personaje tipo Dumbledore que sirve al mismo tiempo de mentor y de misterio), una virtud a destacar de la novela es la trama que sigue al personaje femenino, un personaje secundario que como dispositivo de la narración sirve como interés romántico de Clay y como herramienta pivotal de la trama, pero que a su vez tiene personalidad, intereses y agenda propia, lo que ciertamente resulta refrescante en la literatura de este tipo.
"El Señor Penumbra" se mueve entre la oscura, polvorienta y mágica librería abierta las veinticuatro horas, y el mundo brillante y aséptico de Mountain Valley, entre los luditas miembros de la sociedad secreta que intentan descifrar el misterio hurgando entre libros a punto de desmoronarse y los gigantescos y luminosos escáneres de Google Books: la dicotomía que plantea construye un puente entre el pasado y el futuro, entre el papel y la pantalla, entre lo analógico y lo digital, un puente por el cual podemos cruzar, seguir siendo bibliófilos que discutimos nuestras predilecciones en Twitter sin que exista una contradicción fundamental en ello.
"El Señor Penumbra" es una novela ligera, que no te cambiará la vida, pero que resulta divertida de leer, y a la vez es uno de esos libros que nos hacen sentir que tenemos un lugar en el mundo, un lugar lleno de otros amantes del papel y la tinta**, apasionados por el conocimiento y por la tecnología, nostálgicos por el pasado y por el futuro a partes iguales. Léanlo; les va a gustar.