Era finales de enero cuando una noticia hacía saltar todas las alarmas: Just Eat compraba La Nevera Roja. Pocos minutos después esta era desmentida por los fundadores de la empresa de reparto española, sin embargo, era un rumor demasiado fuerte, y demasiado hablado ya, como para dejarlo pasar. Just Eat llevaba tiempo detrás de La Nevera Roja y era un secreto a voces que solo estaba esperando a confirmación final. Dicho y hecho. Apenas unos días después se cerraba el círculo y, por fin, se hacía el anuncio oficial.
Pese a las cifras de mercado que manejaría esta concentración empresarial, la compra ha sido aprobada
Pero quedaban flecos por resolver: una compra no es solo anunciarla y ya está. Uno de los mayores problemas a los que se enfrentaba esta operación era a la cuestión de la competencia. La Nevera Roja y Just Eat controlaban por separado el 30% y el 60%, respectivamente, del mercado de repartos en España; juntas tendrían el 90% del negocio. Sabida la lucha que tiene la CNMC con los monopolios pudiera ser que esta concentración se viese con malos ojos. Sin embargo, y como nos comentaron desde la propia CNMC, estas cifras no son determinantes y cada caso es especial. Parece ser que las cifras han llegado a buen puerto y la operación ha sido finalmente aprobada, según Reuters. Ahora queda esperar algún tiempo más para cerrar las negociaciones y poder decir que, efectivamente, La Nevera Roja está en manos de Just Eat.
Resuelto el tema de la aprobación y sabiendo ya el precio de la compra que asciende a 125 millones de euros, un precio considerado bajo en un primer momento pero que según Novobrief ha sido el mismo por el que se vendió en un primer momento, ahora solo queda saber cómo se organiza el futuro conjunto de ambas empresas, aún operando de forma independiente. El marketing televisivo de ambas sigue plenamente activo, con sendos anuncios de televisión aún emitiéndose. Repartidores independientes, restaurantes con ambas pegatinas y diferentes sitios web.
Está claro que, pese a la venta, La Nevera Roja tiene mucho que decir aún.