Mientras las autoridades de diversas índoles siguen discutiendo sobre el alza del precio de la tortilla y aunque existen distintas posturas, así como explicaciones para justificar el aumento, son los bolsillos de los ciudadanos de a pie los que se ven afectados por esta alza a uno de los alimentos más populares de México: **la tortilla.
Una de las primeras explicaciones que se dieron a principios de la semana cuando se registraron precios de hasta $18 por kilo de tortilla en algunos estados** fue que el precio por tonelada de maíz se había disparado de 3.600 pesos hasta los 5.000 pesos en algunas regiones del país. Esto, debido a que las grandes empresas vinculan el precio del maíz al mercado de Chicago, precio afectado por la devaluación del peso frente al dolar.
De 2005 a 2015 el incremento al precio por kilogramo fue del 92.9%
Sin embargo, José Calzada Rovirosa, titular de Sagarpa (Secretaría de Agricultura Ganadería, Desarrollo Rural, Pesca y Alimentación) comentó en gira de trabajo en el estado de Colima, que no hay justificación para el incremento del precio por kilogramo de tortilla pues existe excedente en la producción de maíz.
En el estado de Jalisco por su parte, se organizó una mesa de trabajo con productores de masa y tortilla junto con el Gobierno del Estado y se acordó en tal que el precio de tortilla se establecería entre los 9 y los 14 pesos por kilo. En otros estados de la República los precios varían pero la tendencia es al alza.
Es importante señalar que el precio de la tortilla ha tenido un incremento de 92.9 por ciento de 2005 a 2015. Esto es un asunto muy complejo para la población pues se estima que representa el 8.3% del gasto alimenticio en los hogares mexicanos, por arriba de otros factores como la leche y los refrescos; según el INEGI se estima un consumo per cápita nacional de 57 kilogramos de tortilla.
Otro factor preocupante para la población es que el poder adquisitivo en la actualidad es mucho menor, se estima una pérdida del 79.21% en comparación con el poder adquisitivo en 1982. Incluso, se estima que los aumentos de precio en la canasta básica y depreciación salarial influyen directamente en la cantidad de tortilla que se consume, a pesar de que es uno de los principales y tradicionales alimentos en el país.
La crisis de la tortilla no es una cosa ajena para la población, simplemente en el sexenio pasado, durante la gestión de Felipe Calderón, se oficializó un aumento del 40 por ciento en el precio de la tortilla. El esquema hasta 2014 se puede apreciar en la siguiente tabla, que pertenece al reporte de CEDRSSA (Centro de Estudios para el Desarrollo Rural Sustentable y la Soberanía Alimentaria).
