Desde los inicios de la humanidad hemos querido encontrar a nuestro otro yo, aquella persona con la que tengamos tantas cosas en común que pareciera ser nuestra alma gemela, una atracción irrefrenable. Por desgracia el mundo es demasiado extenso y entre las millones de personas con las que compartimos nuestras ciudades es posible que nunca la encontremos.

El invitado de esta semana Hiroshi Ishiguro, Director del Laboratorio de Inteligencia Robótica en la Universidad de Osaka, es una figura reconocida a nivel global debido a la repercusión que han alcanzado sus originales trabajos. Crear una copia de si mismo no es algo que veamos habitualmente, ¿verdad? Ishiguro ha desarrollado desde el año 2000 cinco robots con diferente apariencia

Geminoid, que así se llama su humanoide ya va por la cuarta versión. Como podéis ver en la entrevista es una copia exacta de su creador, tanto que a pesar de que la piel está hecha de silicona, utiliza el mismo pelo que Ishiguro. El objetivo tal y como nos comenta este científico es ser capaz de entender gracias a la robótica mucho más acerca de las personas.

La revolución de los humanoides, que según Ishiguro tendrá una aceptación mucho más temprana en la sociedad de Japón, es solo una cuestión de tiempo. El siguiente pase es el de dotar de voluntad y deseo a estas copias. Como nos contaba semanas atrás Bruce Duncan, investigador jefe del LifeNaut Project, transferir la personalidad y actitud de una persona a un robot ciberconsciente es posible.

La sociedad acabará aceptando a los humanoides como humanosRecordemos que hace tan solo unos días Apple compró Emotient, una startup de inteligencia artificial. Debemos estar seguros de que los ordenadores tienen unos objetivos y metas compatibles con los nuestros porque este concepto tan futurista no está tan lejos como pensamos. Las posibles consecuencias, no solo éticas o sociales, sino desde el punto de vista de la economía global que tendría producir en masa humanoides, copias de personas, son aún impredecibles. Es tiempo de estudiar, y como bien dice Ishiguro entender más acerca del comportamiento humano para comprender cómo reaccionaría la sociedad ante este salto tecnológico.