Las ondas gravitacionales, predichas por Albert Einstein hace más de un siglo, son uno de los grandes desafíos de la física de la próxima década. El arranque de experimentos como Advanced LIGO o el lanzamiento de la sonda LISA Pathfinder refuerzan el interés por encontrar estos "susurros cósmicos" que nos permitirían por primera vez escuchar el universo.
"Los detectores de LIGO a día de hoy aún están tomando datos del primer período de observación", ha confirmado Alicia Sintes, investigadora española de Advanced LIGO
En las últimas horas han circulado en Twitter diversos rumores sobre el posible descubrimiento de las ondas gravitacionales por parte de los investigadores de Advanced LIGO. El más intrigante fue publicado por Lawrence Krauss, cosmólogo de la Universidad de Arizona y divulgador científico, que afirmaba que "los rumores sobre LIGO habían sido confirmados por fuentes independientes". El mensaje daba pie a una serie de rumores en las redes sociales sobre la confirmación de la existencia de las ondas gravitacionales, un descubrimiento que muchos han calificado como "histórico". La emoción era doble tras el fallido resultado del experimento BICEP2, que confundieron las señales de polvo cósmico con ondas gravitacionales primigenias.
**Alicia Sintes, física teórica de la Universitat de les Illes Balears y colaboradora española en el proyecto Advanced LIGO, ha desmentido a Hipertextual los rumores que circulaban en redes sociales sobre el hallazgo de las ondas gravitacionales. "Todavía no tenemos ningún resultado para anunciar", ha confirmado la científica, que ha explicado a este medio que "los detectores de LIGO a día de hoy aún están tomando datos del primer período de observación de Advanced LIGO". A pesar de la emoción creada en relación a las ondas gravitacionales, la investigadora del Institut d'Estudis Espacials de Catalunya (IEEC) prefiere mantener la cautela. "Tardaremos cierto tiempo en analizar todos los datos y en interpretar y revisar los resultados", ha afirmado.
Determinar la existencia de las ondas gravitacionales es extremadamente difícil, dado que son "ecos" muy tenues. La puesta en marcha de detectores muy sensibles como Advanced LIGO ha reactivado la esperanza de confirmar estos "susurros cósmicos", que nos permitirían "escuchar" explosiones de supernovas o el mismísimo Big Bang. En 1973, Russell A. Hulse y Joseph H. Taylor encontraron la primera evidencia indirecta sobre las ondas gravitacionales al observar una pareja cósmica formada por una estrella de neutrones y un púlsar. Cuarenta y años después, la comunidad científica sigue buscando una pista directa que confirme la predicción realizada por Albert Einstein. De momento, tendremos que seguir esperando.