Es sintomático que los periodos históricos que más agrada estudiar sean los conflictivos, y si en ellos median campos de batalla, mucho mejor. Los alumnos bostezan cuando se abordan hitos como la creación de la hoy malhadada Unión Europea y los sucesivos tratados que la fueron convirtiendo en lo que es.Los alumnos bostezan cuando estudian tratados políticos; les resulta mucho más entretenida la historia bélica
Para aquellos a los que nos gusta conocer el pasado, siempre ha sido mucho más entretenido conocer los detalles, por ejemplo, de la Guerra de Independencia de los Estados Unidos (1775-1783), las Guerras Napoleónicas (1803-1815), la Guerra de Secesión estadounidense (1861-1865), la Primera Guerra Mundial (1914-1918), la Guerra Civil Española (1936-1939), la Segunda Guerra Mundial (1939-1945) o la Guerra Fría y sus escenificaciones armadas concretas (1947-1991), toda ellas contemporáneas. Por eso, conocer cuáles son las que más tiempo han durado quizá sea algo curioso para los que se pirran por la historiografía. He aquí las guerras más largas de todas.
Los conflictos bélicos concretos
Desde un punto de vista estricto, es decir, aquel en el que se considera una guerra a un enfrentamiento bélico continuado entre dos bandos o entidades específicas, debemos mencionar como las más largas la Guerra de Vietnam, que encaró al Sur respaldado por Estados Unidos y al Norte apoyado por China y la Unión Soviética durante La Guerra de Vietnam duró 20 años, de 1955 a 1975
dos décadas, entre 1955 y 1975; la del Norte, de Suecia contra Dinamarca, Polonia, Noruega y Rusia en los veintiún años que median entre 1700 y 1721; la del Peloponeso entre Esparta y Atenas, con veintisiete años desde el 431 al 404 a. C.; la de las Rosas en Inglaterra, entre la Casa de York y la de Lancaster durante tres décadas, entre 1455 y 485; la de los Treinta Años, entre 1618 y 1648, con la participación de las principales potencias europeas y por cuestiones políticas y religiosas.
La de Aceh, entre el califato indonesio de Aceh y el Imperio Holandés a lo largo de los treintaiún años que van de 1873 a 1904; la Civil de Guatemala entre el Gobierno y grupos paramilitares durante treinta y seis años, de 1960 a 1996; el conflicto armado colombiano, que va a alcanzar ya los cincuenta y seis años este 2016, entre el Gobierno y la guerrilla de las FARC, desde 1960.El conflicto armado colombiano entre el Gobierno y la guerrilla de las FARC va a alcanzar ya los 56 años, desde 1960
La Guerra de los Cien Años, por los territorios ingleses en suelo francés, que enfrentó a los reyes de ambos países, en realidad, hasta 116 años; y, por último, la de Arauco, en la que los mapuches y sus aliados indígenas lucharon contra españoles, criollos chilenos y algunos grupos también indígenas entre 1536 y 1818, por lo que se trata de la guerra propiamente dicha más larga de la historia, con 282 años de duración; a lo que quizá sea adecuado añadir que entre 1861 y 1883 tuvo lugar la eufemística Pacificación de la Araucanía por las fuerzas del Gobierno chileno ya independiente, que algunos consideran el verdadero final de la Guerra de Arauco, aunque entre esta y el inicio de la Pacificación transcurrieron cuarenta y tres años.
Las guerras difusas, ridículas y por entregas
Desde una concepción laxa de las guerras, esto es, aquellas en la que un conflicto bélico es significativamente discontinuo y se desarrolla entre dos bandos o entidades múltiples o cambiantes, o aquellas cuyas circunstancias son tan absurdas que da risa considerarlas así, tenemos la ya mencionada Guerra Fría, el choque del bloque capitalista y comunista, con Estados Unidos y la Unión Soviética encabezándolos, que se prolongó cuarenta y cuatro años.El conflicto árabe-israelí, desde la creación en 1947 del estado de Israel en plena Palestina, dura ya casi 69 años
Las Médicas, la diversa violencia armada entre las ciudades-estado de Grecia y el Imperio Persa entre el 499 y el 448 a. C., es decir, durante cuarenta y nueve años; el conflicto árabe-israelí, desde la creación del estado de Israel en plena Palestina hace casi sesenta y nueve años; las Púnicas, el enfrentamiento mediterráneo de Roma y Cartago, los ochenta y dos años que hay entre el 264 y el 146 a. C.
Risible es lo que duró la Guerra de Móstoles contra Francia, declarada al inicio de la Guerra de Independencia de España contra la invasión napoleónica, en 1808, hasta la firma de la paz en 1985, tras 177 años; como la Guerra de los 335 años entre los Países Bajos y las Islas Sorlingas, declarada en 1651 y acabada oficialmente en 1986; y las antedichas Guerras Púnicas, cuyo tratado de paz se firmó de manera oficial en 1985, tras 2.248 años.
Las Cruzadas, que se llevaron a cabo con la excusa de recuperar Tierra Santa de manos islámicas, desde la primera en 1095 y 1291 y otros enfrentamientos que fueron llamados tales hasta 1456, en total, suponen un periodo 361 años. Además, tenemos las campañas de conquista y contra la independencia de los territorios bajo la bota de imperios como el Romano (23 a. C.-476 d. C.), el Mongol (1206-1324), el Portugués (1415-1999), el Español (1492-1975), el Británico (1579-1949), el Ruso 1721-1917), el del Califato Rashidun (362-661), el Abasí (750-1258) y el Omeya (661-750) y el de las dinastías chinas Yuan (1279-1368) y Quing (1664-1911).La Reconquista no fue tal: cuando los árabes llegaron a la Península en el 711 no había ningún ente político unificado que perdurara hasta la toma de Granada en 1492
Y hay quien considera a la mal llamada Reconquista de la Península Ibérica como la guerra más larga de todas, 770 años desde la rebelión de don Pelayo, luego rey de Asturias, y su batalla de Covadonga. Mal llamada porque reconquistar es recuperar un territorio que ha sido arrebatado, y cuando los árabes llegaron a la Península en el 711 no había ningún ente político unificado que perdurara hasta la toma de Granada en 1492; mucho menos España como estado, que fue precisamente lo que se configuró territorialmente tras dicha toma y por la unión previa de los reinos de Castilla y Aragón, los cuales ni siquiera existían en el 711 ni como condados.
Además, durante ese periodo, los reinos cristianos también batallaron entre ellos, el proceso territorial no se diferencia de otros en distintas épocas y lugares del globo a los que nadie llama reconquistas, y la islamización de la Península se produjo con poco uso de la fuerza, mediando sobre todo pactos y conversiones al Islam para evitar pagar impuestos y seguir manejando el cotarro: tócame mis creencias pero no me metas la mano en el bolsillo, que por menos se han comenzado guerras, durasen lo que hubiesen durado.