La famosa Ley de Moore sigue muy viva. Samsung Electronics anunció hace unas semanas que comenzaba el proceso de producción de chips de 14 nanómetros de segunda generación. Tras hacer debutar en exclusiva su producción de 14 nanómetros con el aclamado Exynos 7420 en la familia Galaxy S6 (y distanciarse mucho de los 20nm del Snapdragon 810), se mostró como el procesador más eficiente de la primera mitad de año, y el nuevo proceso 14 nanómetros LPP (Low-Power Plus) traerá, asimismo, grandes novedades en lo que a consumo energético se refiere.
En ese sentido, el avance no se frena y Samsung comenzará la producción masiva de chips de 10 nm en el último trimestre del año.
Como decimos, los chips que veremos este año continúan en 14nm, pero con un proceso de producción FinFET de segunda generación, que debería ser de gran ayuda a los dos chips protagonistas de la primera mitad de año, la familia Exynos 8 Octa y el Snapdragon 820, ambos probablemente presentes en el próximo gama alta de Samsung, el Galaxy S7. Para ver los 10 nm en acción, habrá que esperar, probablemente a los chips que debuten en 2017.
Ya comentamos las ventajas cuando Samsung anunció que comenzaba la producción de S-RAM en 10 nanómetros, pero su alcance en la industria no era comparable a lo que serán los nuevos chips móviles. Como dijimos en su momento, los 10 nanómetros permitirán aumentar mucho la potencia si aumentar el calentamiento, o mantenerla con un consumo mucho menor. Amabos puntos serán muy relevantes en cualquier caso, ya que 2017 será, probablemente, el año en que veamos una adopción masiva de las pantallas 4K en smartphones. Por otra parte la potencia será bienvenida en entornos móviles cada vez más profesionalizados, apoyados por tendencias como la convergencia.