He jugado mucho a Minecraft. Más concretamente, empecé a colocar bloques y buscar diamantes en la fase alpha del juego, mucho antes de que llegara la beta y, obviamente, el juego final. Y, como muchos otros, el juego ideado por Markus Persson me parece una de las obras más influyentes de la historia del medio. Y, más allá de eso, un videojuego sumamente disfrutable tanto solo como en compañía.
Quizá lo que más me atraía del proyecto era esa sensación de estar en un mundo prácticamente infinito, en el que tú decides qué hacer y cómo a cada paso y en el que, entre otras cosas, no dejas de sentirte solo en ningún momento (salvo que uno juegue en servidores multijugador, obviamente). Es por ello, por el concepto detrás de Minecraft (explorar y construir), por lo que no terminaba de ver cómo podría encajar una aventura desarrollada por Telltale Games en el seno de la franquicia.
Minecraft: Story Mode es la enésima colaboración con grandes sagas o franquicias por parte de unos chicos de Telltale Games demasiado acomodados y que llevan algo más de un lustro haciendo juegos prácticamente idénticos, sin ni siquiera reparar en el feedback de los millones de jugadores de sus títulos y arrastrando imperfecciones desde el proyecto que les catapultó a la fama (ya habían trabajado con sagas míticas como Regreso al Futuro), la primera temporada de The Walking Dead.
En su entrada al mundo de Minecraft no sabía muy bien qué esperar pese a que lo lógico parecía tirar por el humor desenfadado que se puede ver en Tales of Borderlands en lugar del dramatismo y tensión vistos en The Walking Dead o The Wolf Among Us, sus dos mejores trabajos. Y es de agradecer que, sí, Minecraft: Story Mode sea consciente tanto de qué mundo representa como de cuál es su principal público objetivo.
Sorprendentemente, Telltale Games ha conseguido que el mundo de Minecraft desprenda vida y personalidad
Y sí, definir un público objetivo en uno de los juegos más vendidos y conocidos de la historia del medio es un tanto difícil. Es por ello que quizá, pese a su tremendo valor como juego para introducir a los más pequeños en un género como la aventura gráfica contemporánea, pueda ser un proyecto que se antoje demasiado infantil y poco profundo para cualquier jugador experimentado.
Se nos cuenta la historia de Jesse (se puede elegir el sexo y la apariencia del personaje entre diversas opciones predefinidas), sus amigos Axel y Olivia, otros conocidos como Petra o Lukas y, no podríamos olvidarnos, su mascota porcina, Reuben. Hablamos de un grupo de fracasados cuya única ambición parece ser ganar el concurso de construcción de la Endercon, una convención al más puro estilo Minecon, y conocer a los míticos héroes de La Orden de la Piedra.
Todos se verán envueltos pronto en un embrollo debido a la aparición de un misterioso personaje con un turbio pasado que parece atormentarle y le lleva a poner en peligro a la población del mundo (¿se llamará Minecraftia?). Y así, con un enfoque muy propio de una película de aventuras como podrían ser Los Goonies o Super 8, el primer episodio de Minecraft: Story Modes coloca las piezas con, eso sí, un ritmo con demasiados altibajos y sin sacar todo el provecho a una saga que podría dar más de sí.
Por otro lado, eso sí, esta colaboración presenta un aspecto visual y sonoro que respeta y honra todo lo que envuelve a Minecraft: desde bromas que todo jugador del título ha hecho alguna vez hasta la fidedigna representación de todos los sonidos y formas vistos durante tantos años pasando, aunque de puntillas, por la mecánica de crafteo y construcción. Es en el universo de Minecraft y en lo vivo y expresivo del conjunto donde reside el principal atractivo de una historia a la que le cuesta algo arrancar y, aunque pueda pasar por fanfiction durante ciertos tramos, promete aventuras y emoción en sus próximos episodios.
Es una pena, pues, que desde Telltale Games sigan ciñéndose a los mismos mimbres de siempre mientras se le podría sacar algo más de jugo a Minecraft y, quizá daño colateral al apuntar a los más pequeños de la casa, se ofrece un conjunto simple en exceso, tanto en desarrollo como en puzles. Tampoco ayuda que uno de los principales conflictos de este primer episodio sea tan impostado como infantil.
Solo queda por ver cómo progresa la colaboración entre Mojang y Telltale Games (gracias a esto, por fin, se añaden subtítulos en idiomas como el castellano que, eso sí, son un tanto mejorables) que, en este primer episodio, deja claro que sus principales valores son la representación intachable de un mundo con tanta personalidad como el de Minecraft y el servir como vía introductoria al género para los más pequeños o poco experimentados. Será, por tanto, un proyecto algo descafeinado para todo jugador ajeno a Minecraft.
Nota: No hemos elaborado un análisis como tal (con su respectiva nota, pros y contras) debido a que, por la estructura episódica del proyecto, creemos que el proyecto no tiene el empaque suficiente. Dicho texto llegará de la mano del estreno del episodio final de esta nueva aventura desarrollada por Telltale Games.