A pesar de que lleva en funcionamiento desde el año 1976, la fábrica de Ford en Almussafes (Valencia) ha sabido modernizarse para adaptarse a los requerimientos y tecnología necesarias para la producción de vehículos actuales.
La fábrica en cifras
- Desde su inauguración, ha producido:
- Más de 11 millones de vehículos
- Más de 14 millones de motores
- Exporta a 75 países de todo el mundo
- Solo en 2015 producirá más de 400.000 vehículos, lo que equivale a:
- 100 vehículos fabricados por hora
- 2000 vehículos fabricados por día a pleno rendimiento
- Más de 30.000 ruedas instaladas automáticamente por semana
- Más de 18.000 componentes distintos para montar los vehículos
- Fabrica siete modelos de vehículos para Ford: Mondeo, Mondeo Vignale, Transit Connect, Tourneo Connect, Kuga, S-MAX, Galaxy
- Es un verdadero foco de empleo de la zona: cuenta con 8000 trabajadores
- Ford invirtió 2300 millones de euros en esta fábrica entre 2011 y 2014
El proceso: una simbiosis entre tecnología y personas
Por motivos de seguridad, la visita al interior de la planta de producción requiere de unos zapatos especiales y de unas gafas de protección, aunque nos aseguraron que es una zona libre de chispazos inesperados y que, en todo caso, escucharíamos una sirena totalmente rutinaria (daba la casualidad que estaban de simulacro de emergencias). También hay que usar una bata blanca en determinadas zonas y atravesar varios túneles de viento para retirar cualquier pequeña partícula que pueda colarse en el proceso de pintado, que describiremos en unas líneas.
Aunque el ruido de las máquinas de fondo es constante, hay zonas en las que los empleados tienen un equipo con música para que las horas de trabajo sean más llevaderas. Es el primer indicio de que aquí conviven humanos y máquinas de una forma bastante peculiar. En olores, la fábrica es un híbrido que va desde el esmalte, pasando por caucho hasta el neutro aséptico del Quality Center dedicado a Vignale.
Un Ford incluye 1,5 km de cables, más de 150.000 agujeros y sigue un proceso estricto y muy técnico
Vale, ¿y cómo se fabrican aquí los coches? Resumidamente, todo comienza con el chasis. Unas enormes planchas de acero ('enormes' probablemente se quede corto ante las 2000 toneladas que pesa cada una) se encargan de modelar placas de acero. Aquí surge el esqueleto: puertas, capós y demás piezas de unión. Unos robots algo inquietantes (y muy precisos) unirán cada pieza con láser. El resultado, un chasis completo con muchísimos agujeros (un Galaxy, por ejemplo, cuenta con 150.000 agujeros, cada uno con una función muy concreta).
Ahora hay que darle color al chasis. Llegamos a la zona de pintura, donde más de 50 robots trabajan de manera autónoma en el proceso. Cada chasis futuro coche tiene un código de barras, que sirve para que en un mismo túnel los robots pinten coches de todos los colores posibles. El proceso se basa en la electricidad: los chasis llevan una carga brutal, que atrae completamente a la pintura (por eso es importante que no se cuele ninguna partícula no deseada, porque si no el acabado no sería perfecto). Por eso tampoco verás salpicones de pintura, aunque en total se aplica una capa protectora anticorrosión, un sellado a prueba de agua y una capa final de pintura exterior. Después se seca todo en un horno a 180º grados centígrados.
Turno para añadir motor, transmisión al chasis y todo el cableado, que llega a 1500 metros de longitud. Luego van las ventanas, asientos, salpicadero y puertas. Las tareas se reparten entre robots y personas que revisan que todo va bien.
Lo último en llegar a la fábrica de Ford ha sido el Quality Center, especialmente destinado para la producción de la gama Vignale, cuyo lujo, mimo por el detalle y diseño ya comentamos.
Nota: preguntamos si con el Caso Volkswagen se está tomando algún tipo de medida especial o adicional, pero ningún portavoz de Ford quiso hacer declaraciones al respecto.