El último Call of Duty que contó con una fase beta para el público fue World at War. Corría el año 2008, nos llevaba a la Segunda Guerra Mundial y su multijugador incluía vehículos y el estudio encargado de Dishonored colaboraba en el desarrollo. Ha llovido y mucho ha cambiado desde entonces pero, siete años después, Treyarch ha vuelto a apostar por ofrecer un pequeño fragmento de Black Ops 3 al público.
La conexión y ciertos problemas de lag, el principal problema de esta fase beta
Teniendo en cuenta que será el 6 de noviembre cuando el juego llegue a las tiendas, es evidente que el fin último de esta beta no es otro que realizar pequeños retoques donde se precise: servidores multijugador (durante varios momentos del día jugar se ha convertido para mí en misión imposible), equilibrar armas, habilidades y especialistas, etc. Sobre el primer punto, antes de desgranar qué ha ofrecido este periodo de beta, sigue siendo vergonzoso que una franquicia como Call of Duty siga sin contar con servidores dedicados.
Si hablamos del núcleo jugable, Treyarch vuelve a no decepcionar y Black Ops 3 es tan divertido como contundente; después de un Advanced Warfare que lo apostaba todo a la movilidad y al frenetismo, Black Ops 3 es algo más reposado y puede considerarse como el punto intermedio entre la jugabilidad tradicional vista en Black Ops II y la mayor libertad de movimiento llegada con Advanced Warfare.
Es curioso como, hablando del juego de Sledgehammer Studios, no podía dejar de pulsar el stick en mis primeras partidas para propulsarme y moverme más rápido de lo que el juego permitía. Poco a poco, partida a partida, uno termina acostumbrándose al nuevo método de control, sumamente parecido a lo visto en Titanfall, y encadenar caminatas por las paredes, saltos propulsados y deslizamientos a ras de tierra se convierte en una auténtica gozada. Todo fluye y, pese a ser un pelín más complejo que lo visto hasta ahora en la saga, termina interiorizándose tras unas pocas partidas.
Los Especialistas añaden una nueva capa de estrategia pero no sin sacrificar nada
El siguiente gran cambio de esta nueva entrega lo encontramos en los llamados Especialistas, hasta nueve personajes distintos que cuentan con un arma y habilidad única entre los que elegir a la hora de saltar al campo de batalla. Como si de un MOBA se tratara, una vez elegido nuestro Especialista y su arma/habilidad, no podrá ser cambiada durante toda la partida. Una adición interesante pero que, ojo, también tiene su contrapartida.
Lo primero que sorprende, aún tratándose de un aspecto menor, es el hecho de abandonar la inmensa capacidad de personalización y diferenciación implementada en Advanced Warfare en pos de elegir entre nueve personajes de aspecto idéntico (según si elegimos su arma o habilidad, habrá una pequeña variación estética) y, de nuevo, volver a partidas en las que multitud de jugadores son totalmente idénticos entre sí. Entiendo el objetivo pero, quizá, tratar las habilidades de los Especialistas como un apartado más de nuestra hoja de personaje, permitiéndonos personalizar, sexo, aspecto y vestimenta como en Advanced Warfare hubiera sido algo más lógico. Y más aún después de ver el tremendo éxito de las cajas de suministros en el juego de Sledgehammer.
Pero más allá de este, a mi parecer, pequeño paso atrás, hay que hablar irremediablemente de las habilidades propias de estos Especialistas. Son muchas y muy variadas pero uno puede darse cuenta en una tarde de lo sobrepotenciadas que están algunas y de lo inútiles que terminan siendo otras. Sin ir más lejos, el arma Annihilator de Seraph no solo puede ser la más efectiva de entre todos los Especialistas si no que, además, es la más fácil de utilizar. En cuanto a skills, el Glitch de Prophet o el Vision Pulse de Outrider son exageradamente más útiles que el resto. No sabemos si dos meses serán tiempo suficiente o siquiera si entra en los planes de Treyarch pero, a mi parecer, queda mucho trabajo por delante al respecto si se quiere evitar el hecho de encontrarnos partidas plagadas de los dos o tres mismos Especialistas.
Los mapas están bien planteados pero quedan lejos del nivel general visto en Black Ops II
Y ahí mismo, en el trabajo de “balance” de armas, habilidades y personajes es donde Treyarch tiene más trabajo de cara al lanzamiento. Si recordáis, las primeras semanas de Black Ops II estuvieron plagadas de jugadores utilizando SMGs debido a la nula funcionalidad de los rifles de asalto a largas distancias. Aquí no hablamos de tal desbarajuste pero sí que hay que retocar aquí y allá: a las ya comentadas habilidades de Especialistas se le unen las escopetas (ya han anunciado en redes sociales que tienen en cuenta su estado actual), unas granadas aturdidoras exageradamente efectivas o unas minas terrestres cuyo radio de explosión es ridículo mientras que, en el otro lado, encontramos demasiadas perks que se ven opacadas por otras de mucha mayor utilidad.
¿Y los mapas? Después de haber invertido decenas de horas en todos los Call of Duty lanzados hasta la fecha (salvando el catastrófico Ghosts), sigo pensando que Call of Duty 4 y Black Ops II cuentan con los mejores mapas creados hasta la fecha. Por eso, pese a que Combine (puede recordar a Solar de AW), Stronghold y Hunted me parecen bien diseñados y entretenidos, creo que Treyarch tiene mucho más que ofrecer en este sentido cuando el juego llegue a las tiendas. Evac, sin ir más lejos, me parece uno de los peores mapas de los últimos tiempos en la franquicia: sucio, confuso y enrevesado.
Por último, toca pasar de puntillas por un aspecto técnico que no demuestra ni que se haya dejado atrás la pasada generación ni que hablemos de un desarrollo de tres años. Más allá, vemos el retorno de esa estética traída de un futuro de corte más industrial dejando atrás el corte más limpio del armamento y el equipamiento visto en Advanced Warfare. El HUD es quizá algo recargado y secciones como la de editar nuestra clase no muestran la información de la forma más clara pero sería extraño no ver corregido esto último en la versión final.
En conclusión, Call of Duty: Black Ops 3 se construye sobre los mejores aspectos de Black Ops II y Advanced Warfare y añade novedades de peso, como los Especialistas, al conjunto. Además, no menos importante, el gunplay y el feeling general siguen siendo tan contundentes y satisfactorios como cabría esperar de un trabajo de Treyarch. Las primeras sensaciones nos hacen ser optimistas, esperemos que el juego final cumpla con las expectativas.