Que las newsletters están de moda es un hecho. En los últimos meses han pasado de ser algo molesto que usaban las grandes marcas para hablarnos de sus maravillosos productos y ofertas a un medio de comunicación usado por medios, periodistas y comunicadores que cada vez interesa a más lectores gracias a su formato y contenido. Gracias a su periodicidad fija y la labor de filtrado y curación que realizan los creadores cada vez más personas prefieren seguir la actualidad a través de este sistema en vez de estar todo el día pegados a Twitter/Facebook con miedo de perderse algún artículo por culta de algún algoritmo.
Sin embargo, y aunque la gran mayoría de las personas que hay tras estas newsletter tiene buenas intenciones, hay ocasiones en las que la situación se puede complicar y empieza a resultar molesta. Mails que llegan en horas poco adecuadas, listas de las que no podemos darnos de baja o en casos extremos empezar a recibir Spam por que alguien ha decidido vender nuestro correo electrónico. Son cosas, habituales o no, que pasan y que acaban por dar mala fama y quitarnos las ganas de suscribirnos a más.
Con la idea de devolvernos el control de nuestra bandeja de entrada, en lo que a newsletters se refiere, llega Throttle el último proyecto de los creadores de Mail Pilot para Mac e iOS. El funcionamiento es muy sencillo, una vez nos abrimos la cuenta e instalamos su extensión en el navegador empezamos a suscribirnos a las newsletters que nos apetezca con el correo electrónico que genera el servicio y después él se encargará de reenviarnos los mails a nuestro correo principal en el momento más oportuno. De esta forma, y como explicaré más adelante, no solo tenemos un control absoluto de lo que nos llega a nuestra bandeja de entrada si no que podemos seguir usando el servicio de mail y la app que más nos guste sin que interfiera con la labor de Throttle.
La idea es que en vez de dar nuestro mail personal a todas estas newsletters utilicemos la extensión de Throttle para generar una cuenta de mail única que se encargará de recibir los mensajes de esa newsletter. De esta forma sabemos si alguien usa nuestra dirección de correo sin nuestro permiso, puesto que solo él tiene esa dirección, al mismo tiempo que si queremos dejar de recibir correos de esa persona simplemente tenemos que revocar el acceso. Nada de pelear con formularios para darse de baja que nunca funcionan.
Con Throttle tenemos un control absoluto de las newsletters que nos llegan
Además, como todos los mails pasan por Throttle podemos elegir cuándo y cómo queremos que nos lleguen todos los correos. Bien uno a uno según se envíen o en un resumen diario/semanal que llegará a la hora que nosotros lo indiquemos. Algo bastante útil si queremos que se nos moleste lo menos necesario hasta que terminemos de trabajar o preferimos que nos lleguen todas las newsletters mientras desayunamos.
El funcionamiento de la extensión (disponible para Chrome y Safari y próximamente para Firefox) es bastante simple. Una vez instalada en cada campo de mail aparecerá el icono de Throttle para crear una nueva dirección de mail y en la barra de menús podremos acceder a los ajustes del servicio. De hecho, el único problema que supone tener que usar la extensión para usar el servicio es que si nos encontramos en nuestro móvil o tablet no hay ninguna manera para subscribirnos a ninguna lista de correo nueva, aunque es algo que podrían solucionar fácilmente creando una app.
En cuanto al precio, Throttle tiene tres planes distintos con los que cubre las necesidades de los usuarios más básicos a los más avanzados. El que más interese a la gran mayoría de usuarios, el gratuito, nos permite suscribirnos hasta a 15 newsletters distintas, usar la extensión del navegador y recibir todos los mensajes en un único correo. Puede parecer poco, pero es más que suficiente si queremos empezar a seguir unas cuantas listas de correo. En cuanto a los planes de pago, por 4,99$ al mes dejamos de tener cualquier restricción y añade un nivel extra de protección. También ofrecen un plan profesional por 9,99$ al mes que trae consigo aún más seguridad, la posibilidad de recibir los mails al instante, un “Spamometer” que nos da datos sobre la calidad del remitente y la posibilidad de usar nuestro propio dominio.