Si gran parte de tu trabajo o de tu rutina cotidiana incluye **escribir o transcribir, es seguro que darías cualquier cosa porque algo te ayudara a hacerlo más rápido, a ahorrar tiempo y energía en una actividad que es tan desgastante como puede ser fructífera. A falta de un ordenador controlado a través de las ondas cerebrales (que ya vendrá, ya vendrá, paciencia) acá algunos trucos y consejos para ser más rápido y efectivo a la hora de escribir**.
Expansores de texto
Todos nos damos cuenta, en cierto punto, de que estamos escribiendo una y otra vez la misma información, de la misma manera. Ya sea nuestra dirección o una frase o término usado repetidamente en tus informes de desempeño, la posibilidad de "adiestrar" a tu ordenador y usar un atajo para ahorrarte tiempo y energía al escribir esas expresiones no tiene precio. Eso es lo que hace una herramienta de expansión de texto: monitoriza tu actividad en el teclado, y cuando escribes una expresión o utilizas una combinación de teclas predefinida, remueve esa versión y la reemplaza con el texto que tiene almacenado para tal efecto. En Windows, existe PhraseExpress, en Linux, **AutoKey, y en Mac TextExpander. Estas aplicaciones pueden utilizarse para infinidad de funciones, desde crear respuestas predefinidas para correos electrónicos, hasta usar pequeños fragmentos repetitivos de HTML si escribes para la web**, como nosotros.
Usa Markdown
Otra manera de acelerar tu velocidad de escritura es reducir el tiempo que pierdes dando formato al texto, lo que es fácilmente resuelto a través del uso de Markdown, que te permite incorporar el formato a tu flujo de trabajo. Muchos editores de texto para Markdown, tanto en línea como locales, permiten exportar posteriormente tu texto escrito en Markdown a diversos formatos de visualización, y una de sus muchas ventajas es que hace más fácil la vida a todos los involucrados en el proceso: por ejemplo, si escribes para otra persona o empresa, el texto entregado en Markdown es mucho más fácil de manejar, editar y exportar que si lo entregas, por ejemplo, en formato de Microsoft Word.
Escribe rápido: todos los primeros borradores dan asco
Escribir toma tanto tiempo, en parte, por lo mucho que pensamos y reconsideramos nuestras elecciones al momento de escribir el primer borrador. Sin embargo, como dijera Ernest Hemingway, todos los primeros borradores son una porquería, sin importar cuánto tiempo les dediques o con qué lentitud los escribas. Por esta razón, la mejor decisión para enfrentar la página (o la pantalla) en blanco, es deshacerse de todas las expectativas en el primer borrador; lo que solemos denominar "apagar al editor interno". Librándote de esa voz que está editando constantemente el texto mientras lo escribes, puedes tener un primer borrador muchísimo más rápido, y luego de eso tendrás material con el cual trabajar. Es mucho más fácil mejorar algo que ya existe, que hacer perfecto algo que no existe.
La técnica Snowflake
Creada para escribir más rápidamente el primer borrador de una novela, la **técnica o método Snowflake puede ser perfectamente trasladada a otros ámbitos de la escritura. Resumiendo muy rápidamente la técnica que Randy Ingermanson explica en detalle en su web, el método consiste en diseñar la estructura de una novela a partir del diseño de un fractal de copo de nieve.
Si bien el método en sí mismo es mucho más complicado, en su nivel más básico significa que partimos de una idea (la idea central de nuestra historia, artículo o lo que sea), y luego vamos ampliando esta idea (como un fractal), en lo que básicamente es primero un esquema y luego un bosquejo. De cierta manera, éste es el método que utilizo para escribir casi todos los artículos que redacto en diversos sitios: partir de una idea central, luego convertirla en un esqueleto muy básico (anotando apenas una idea por párrafo) y luego bosquejando cada párrafo, para finalmente escribir el borrador** (una primera versión rápida). Puedo dar fe de que es muchísimo más rápido escribir de esta manera que comenzando sin tener el esquema, sólo frente a una pantalla en blanco.
Evita la fatiga
Por último, aunque te parezca obvio, **es importante tener siempre en cuenta las recomendaciones que ya hemos dado sobre mantener una buena postura mientras escribimos**. La fatiga, y peor aún, el túnel carpiano, disminuyen nuestra capacidad de funcionar adecuadamente y con ello nuestra efectividad y el número de horas que podemos pasar trabajando. La manera en la que nos sentamos, ubicamos nuestras manos o utilizamos nuestros dedos para teclear tiene muchísimo que ver con la fatiga y el dolor posterior (de hecho, si realmente pasas mucho rato cada día tecleando, recomiendo dedicarle diez minutos diarios a aprender mecanografía: te ahorrará mucho tiempo y cansancio). En consecuencia, tomarse unos minutos cada hora para hacer estiramientos, caminar un poco y tomar agua no es una pérdida de tiempo, es una inversión para poder continuar trabajando toda la jornada en buenas condiciones y, además, que nuestro trabajo no tenga un impacto negativo sobre el resto de nuestra vida.