Qué es el Grooming

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Últimamente, he escuchado a muchas personas hablar de esta palabra que, hasta hace unos días, era totalmente desconocida para mí. Y aprovechando el marco de celebraciones por el día de intenet me gustaría compartirles un poco de lo que he investigado acerca de este particular fenómeno. Sobre todo porque, aunque no seamos padres, tenemos sobrinos, primos pequeños, alumnos o simplemente niños a nuestro alrededor que merecen atención y protección.

Es un hecho importante mencionar que, a pesar de que se ha demostrado que las tabletas electrónicas y el uso de Internet pueden desarrollar ciertas habilidades digitales en los más pequeños, este tipo de actividades siempre deben ser supervisadas por un adulto, de allí que muchos dispositivos móviles cuenten con configuraciones especiales de control parental.

¿Qué es el grooming?

El grooming es un término para describir la forma en que algunas personas se acercan a niños y jóvenes para ganar su confianza, crear lazos emocionales y poder abusar de ellos sexualmente. El grooming en el mundo real puede tener lugar en todo tipo de lugares: en el barrio local, en la casa, en la escuela o en la iglesia. En el peor de los casos, estas personas también pueden desear introducir al menor en ambientes de prostitución y explotación sexual.

Los groomers (personas que buscan hacer daño al menor) pueden ser hombres y mujeres de cualquier edad y de cualquier nivel económico o social. El grooming puede suceder online o en persona y, en muchas ocasiones, el perpetrador invierte tiempo considerable durante este periodo de preparación para ganarse la confianza de los niños y sus familias:

  • Pretendiendo ser alguien que no es.
  • Ofreciendo comprensión y consejos.
  • Obsequiando regalos.
  • Brindando atención al niño.
  • Utilizando su posición o reputación profesional.
  • Llevándolos a viajes, paseos y fiestas.

Poco a poco los groomers van obteniendo más datos personales y de contacto. Seducen y provocan mediante el discurso y el envío de imágenes de tipo pornográfico para conseguir que el niño realice actos de naturaleza sexual. Suelen implementar "secretos" como una forma de controlar y asustar al niño para que se sienta avergonzado o culpable, y no denuncie el abuso.

En muchas ocasiones, el acoso en línea es más rápido y anónimo, pues los niños confían más rápidamente en un "amigo" en línea que en alguien que acababa de conocer "cara a cara". Es por este motivo que las redes sociales son el medio más común que los groomers utilizan para llevar a cabo este tipo de prácticas. En una encuesta realizada por ESET Latinoamérica, se encontró que los niños de entre 11 y 15 años son los más vulnerables de sufrir grooming. En México, de abril de 2013 a febrero de 2014, se detectaron 57 casos de hostigamiento y acoso a menores.

Grooming en redes sociales

Consejos para prevenir el grooming

Ser víctima de grooming puede traer consecuencias fatales, sin embargo, tomar acciones concretas de seguridad mientras navegamos por internet es la forma más sencilla de ayudarnos a prevenir esta situación. En Internet Grooming nos ofrecen un completo decálogo para combatir el grooming y el acoso sexual de menores, algunas de esas sugerencias son:

  • No proporcionar, o hacer fácilmente accesible a extraños, imágenes o información personal que pueda ser usada para otros fines.
  • Preservar la seguridad y confidencialidad de cuentas de usuario y contraseñas, así como la del propio ordenador.
  • No ceder ante el chantaje bajo ninguna circunstancia, puesto que ello supone aumentar la posición de fuerza del groomer.
  • No dudes en pedir ayuda si te encuentras ante una situación nueva y delicada que conlleva gran estrés emocional. Contar con el apoyo de una persona adulta de confianza es fundamental.
  • Analizar en qué delitos o irregularidades ha incurrido el acosador y cuáles pueden ser probadas para denunciar el abuso.
  • Buscar y recopilar las pruebas de la actividad delictiva: capturas de pantalla, conversaciones, mensajes y todo aquello que pueda demostrar las acciones del groomer o dar pistas sobre su paradero o modo de actuar.
  • Formular una denuncia con un adecuado análisis de la situación y elementos de prueba que ayuden a la investigación.

Además, es conveniente que, como adultos:

  • Controlemos y supervisemos el acceso de los niños a Internet.
  • Concienticemos a los menores sobre los peligros que existen en la Red.
  • Mantengamos un diálogo abierto entre padres e hijos para crear un ambiente de confianza.
  • Instalemos un antivirus o software de control parental en el ordenador que utiliza el menor para protegerlo ante una situación no prevista.