Internet nos ha habituado a muchísimas cosas, y una de ellas es la de encontrarnos asiduamente con **imágenes de animales. Éstas frecuentan en Facebook, Twitter, o cualquier red social que permita compartir una imagen que, a veces en forma de meme, se transforma en un fenómeno viral.

Tomar fotografías de animales se ha convertido en una práctica habitual para muchos de sus dueños, los cuales desean demostrar al mundo cómo de peculiar es su animal. No obstante, esa sesión de imágenes puede ser, en muchas ocasiones, algo que termine desesperando** al fotógrafo.

Sin embargo, obviamente no es idéntico capturar una iguana que un gato, pero ambas criaturas requieren de un tipo de encuadre o velocidad de obturación acorde con sus características.

Aunque todo dependerá del tipo de mascota que tengamos y de la imagen que deseemos tomar, se pueden seguir una serie de consejos que podrían ayudarnos a facilitar nuestro cometido.

La luz

Lyudmila Voronova | Shutterstock
Lyudmila Voronova | Shutterstock

Es imposible hacer mención de cualquier tipo de fotografía sin hablar de la luz, y para tomar imágenes de nuestras mascotas también sigue siendo un elemento de suma importancia.

Para tomar fotografías de animales, lo primero que debemos tener en cuenta es que debemos prescindir del flash. Además de ser un elemento que otorga a nuestras imágenes una estética poco natural, éste también puede provocar que la mascota se altere ante el destello, por lo que su reacción no será la deseada.

A pesar de que esto variará en función de la fotografía que busquemos, como en muchas imágenes, lo ideal es buscar luces suaves, que realcen el contorno de nuestra figura pero que no creen demasiado contraste. Por ello, se recomienda tomar las imágenes en la sombra, para que no se genere oscuridad en zonas indeseadas.

La velocidad de obturación

Pajaro

En este punto debemos tener en cuenta cómo de activo es nuestro animal. Por ejemplo, no es lo mismo hacer una foto a un gran danés que a un chihuahua, estos últimos caracterizados por ser mucho más nerviosos. En este caso, el modo ráfaga puede sernos de gran utilidad.

Por lo tanto, si la intención es la de congelar nuestro sujeto tendremos que emplear una velocidad de obturación rápida, que sobrepase los 1/125. Por ello, deberemos buscar un lugar luminoso y emplear una apertura amplia para así compensar la escasez de luz producida por la cortinilla del obturador.

Qué apertura utilizar

Créditos: Inga Vuljanko Desnica
Créditos: Inga Vuljanko Desnica

En relación con el punto anterior también encontramos la apertura. Debemos tener en cuenta que al emplear una apertura amplia la profundidad de campo se reduce, por lo que también disminuye el espacio nítido sobre el que podemos enfocar. Así, si nuestro sujeto se encuentra en continuo movimiento, tenerlo en foco puede ser una tarea bastante ardua, pero si lo conseguimos podemos tener resultados muy impresionantes.

Por otro lado, existen animales como los gatos que, según el momento, pueden encontrarse muy tranquilos. Es entonces un instante ideal para sacar partido a las amplias aperturas y conseguir un genial bokeh que centre la atención en nuestra mascota. Teleobjetivos o lentes de amplias aperturas (como un 50mm) pueden ser adecuadas para estos resultados.

Encuadres

Peera_stockfoto | Shutterstock
Peera_stockfoto | Shutterstock

Hablando de forma general, los retratos suelen requerir encuadres cerrados, que pongan el punto de interés en aquello que capturamos. El problema es que cuanto más cerrado sea este encuadre, más difícil serán de observar los movimientos rápidos por el visor.

Quizá, una solución para tomar fotografías de animales muy nerviosos sea la de usar un encuadre algo más amplio y posteriormente recortar esa imagen. Las cámaras actuales tienen una gran cantidad de megapíxeles, por lo que podríamos recortar la captura sin que esto suponga una pérdida enorme de calidad.

El escenario

Créditos: Vera
Créditos: Vera

Al igual que cuando se prepara una sesión de fotos para personas, con los animales también podría ser idóneo preparar el lugar donde van a ser tomadas las fotografías. No se trata de humillar a nuestras mascotas con indumentarias ridículas (o también), sino de crear un entorno adecuado que pueda propiciar la interacción del animal con algún objeto.

Paciencia

Créditos: Jon
Créditos: Jon

Por último, y quizá el consejo más valioso, sea el de armarse de paciencia para capturar el momento preciso que deseemos. Del mismo modo que ocurre con una persona, a veces los mejores retratos son aquellos que no están preparados, sino los que surgen tras una determinada situación.

Aunque parezca difícil, lo ideal es intentar plasmar la esencia de ese animal en una fotografía. A pesar de que nuestra mascota pertenezca a una especie, ésta tiene un modo de comportarse que le hace única.

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