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Resulta difícil negar que **Twitter sea la red social de referencia para los medios de comunicación**; Facebook también, pero en menor medida. Es Twitter de lo que se está pendiente como termómetro de la opinión pública, a ella se recurre para saber lo que la gente piensa de tal o cual asunto y, luego, hasta los medios lo publican con tuits de ejemplo, e incluso es lo que se utiliza para interactuar con la audiencia de los programas de televisión.

Siendo así, no cabe duda de que es en Twitter donde hay que estar irremediablemente si uno quiere difundir el contenido de su página web, de su medio o de su blog. No es la red social más masificada en absoluto, pero sí la más útil para conseguir una comunidad que crezca día a día en torno a tus propuestas. Facebook también es útil, pero menos por sus propias restricciones. Así que prefiero centrarme en Twitter para proponeros una estrategia de difusión de vuestro contenido en esta red social. Vamos allá.

Cread una cuenta adecuada

difusión en twitter
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El conjunto de información y el aparato visual que ofrezcáis en Twitter ha de ser destinado, por una parte, a dar una imagen reconocible de vuestra plataforma y, por tanto, debe ser coherente con el diseño y el contenido de la misma, y por otra parte, ha de proporcionar los datos precisos para que los usuarios se hagan una idea rápida de lo que proponéis y decidan si les interesa seguiros.

- Elegid un nombre de usuario (arroba, etcétera) breve, para que no ocupe demasiados caracteres cuando os mencionen en un tuit, y así facilitaréis la interacción, e identificativo, para que os encuentren sin problemas o aquellos otros usuarios que vean la mención en su time line sepan quiénes sois o de qué tipo de cuenta se trata y, quizá, opten por seguiros.

- Los datos de vuestro perfil deben ser obligatoriamente concisos porque no hay mucho espacio, y tenéis que decidir si preferís una descripción directa de vuestros contenidos o con frases ingeniosas y atractivas que despierten curiosidad. Pero desaconsejo encarecidamente tanto una descripción pueril e irrelevante como ninguna: no llama la atención o genera rechazo.

- Ni qué decir tiene que el aparato visual ha de resultar vistoso o, al menos, digno. Hay que huir de las imágenes desangeladas, pixeladas o directamente feotas. Y esto aplica para todas: la del perfil, que nunca debéis mantener desocupada con el huevo de Twitter porque aparenta dejadez, la de la cabecera, la de fondo y las que compartamos en nuestro time line.

- Y es importante preocuparse por nuestra forma de escribir para que sea correcta. A todos se nos escapa un gazapo de vez en cuando, pero si decimos que la cuenta debe ser visualmente digna, de poco sirve si luego os da igual cometer errores gramaticales por costumbre y dañar la buena imagen que os interesa dar. Con los correctores y diccionarios que hay online, e incluso el subrayado en rojo de palabras erróneas o desconocidas que nos brinda la misma Twitter y las herramientas de programación de tuits, no tenéis muchas excusas para lo contrario.

Encontrad a vuestros seguidores: el público objetivo

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¿Dónde dar con los usuarios de Twitter a los que realmente les pueda interesar y hasta apasionar vuestros contenidos? Muy fácil: con el rodaje de nueve años que lleva ya esta red social, hay en ella otras cuentas que probablemente ofrezcan contenidos relacionados con los vuestros, así que no es ninguna locura suponer que sus seguidores también puedan querer ser los vuestros.

- Utilizad el buscador para encontrar las cuentas con propuestas similares a las vuestras o vinculadas a un ámbito común y seguid a sus seguidores. Vuestra esperanza es que decidan seguiros de vuelta.

- Tened en cuenta las restricciones de Twitter en cuanto a seguimiento agresivo, es decir, seguir y dejar de hacerlo a muchos usuarios en un tiempo breve. De lo contrario, podrían suspenderos e incluso cancelaros la cuenta si insistís en esa conducta. Para empezar, sólo se pueden seguir hasta 1000 cuentas al día, un límite insalvable, y no más de 2000 en total hasta que uno haya sobrepasado los 1800 seguidores, es decir, los seguidos menos el 10%.

- Gestionad a vuestros seguidores y seguidos. Respecto a esto hay dos opciones: seguir únicamente a los usuarios que realmente os interesen por quiénes son y lo que comparten, dejando que el flujo de Twitter siga su curso y ganéis seguidores paulatinamente, o decidir a cuáles usuarios os parece imprescindible seguir aunque no os sigan y a cuáles no, seguir siempre a todo aquel que tenga la amabilidad de seguiros y dejar de seguir a quienes no os sigan de vuelta pasados tres días y a los que lleven alrededor de un mes con la cuenta inactiva. El ritmo de gestión y de seguimiento es significativamente distinto, y de vosotros depende elegir el que más os convenga.

- Huid de los bots, el intercambio y la compra de seguidores: vuestro afán es que más personas accedan a vuestro contenido, no contar con unas cifras de seguimiento impresionantes y un montón de seguidores a los que les importe un bledo vuestro trabajo.

- E interactuad siempre con vuestros seguidores: dirigíos a ellos, responded en lo posible a sus menciones y a sus mensajes directos (aunque podéis pasar de los agresivos), retuiteadles y favoriteadles. Demostrad que os importa vuestro público.

¡Y tuitead, malditos, tuitead!

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Es muy importante mantener vuestras cuentas de Twitter activas para que la parroquia vea que os lo tomáis en serio y tuitear de modo que despertéis su interés.

- Pensando en optimizar vuestro tiempo de trabajo, utilizad herramientas para programar tuits a las horas que más os convenga según las de mayor actividad de vuestros seguidores y, para conocerla, las de análisis que os proporcionen esa información.

- Usad las etiquetas o hashtag correspondientes en cada tuit para que más usuarios lleguen hasta vuestra cuenta, y aprovechad los temas de cada momento o trending topics, que precisamente suelen llevar aparejados un hashtag, para lo mismo.

- Sabed que los tuits con imágenes adjuntas tienen una tasa mayor de respuesta por la sencilla razón de que se ven más y resultan más llamativos.

- Y procurad que el propio texto de vuestros tuits llame la atención de vuestros seguidores, ya sea por la manera en que os expreséis o por el propio asunto de que se trate. Pero dad siempre rienda suelta a vuestro ingenio.

Adicionalmente, tened presente que, en la columna de la izquierda, bajo vuestro perfil, se va acrecentando una lista de las imágenes y los vídeos que compartís, igual que la de vuestros favoritos en el menú principal, junto a vuestro número de seguidores: podéis aprovechar ambas listas para seleccionar lo mejor de vuestros contenidos y que los usuarios vayan directamente a ello, porque suelen hacerlo.

No escatiméis en contar siempre con todos los instrumentos a vuestra disposición, eligiéndolos o desechándolos según los que os resulten más útiles y cómodos, porque con ellos y siguiendo mis humildes consejos, podéis estar seguros de que vuestra labor de difusión en Twitter, entre los millones de tuits diarios que se producen, logrará la visibilidad que queréis para vuestro contenido.