Según las fuentes de Bussinessinsider, muy fiables, el gigante surcoreano ya tiene planeada su renovación de productos para el 2015, intentando lograr esa diferenciación que no tenía con materiales premium.
Según este reporte, Samsung lanzará dos variaciones de su próximo flagship Samsung Galaxy S6 en el Mobile World Congress (MWC) de Barcelona que tendrá lugar en marzo. Uno de los modelos será de metal, una despedida al plástico usado históricamente en la gama Galaxy y que tan poca diferenciación ofrecía frente a los gama baja y media de la competencia (lo comenté en profundidad en mi análisis de ventas sector mobile 2014).
Queda como duda si el Samsung Galaxy S6 tendrá un cuerpo unibody de aluminio, o tan solo los marcos como en el Galaxy Note y el Alpha. Según Nowhere.fr será unibody (suelen tener bastante acierto con las filtraciones).
El segundo modelo tendría una pantalla con un lateral curvo como el Note Edge. Una decisión que me sorprende, ya que la ventaja real de esa segunda pantalla es mínima y los compromisos son todavía muy altos. Veremos lo que presenta Samsung en 2015, pero los cambios deben ser radicales y en la buena dirección.
Por si fuera poco, un smartwatch circular se presentaría junto al nuevo flagship en el MWC de Barcelona, con un diseño que nos recordará al Moto 360. Todo un acierto de hacerse realidad si llega con materiales premium y unas especificaciones acordes. Samsung pasa momentos delicados, y la apuesta por llevar la mayor calidad de materiales a sus productos parece ser la más segura.
Samsung ha perdido mucha cuota de mercado, sobre todo con la abismal caída en China. Un mercado en el que no sé hasta que punto lo dan por perdido. Los materiales premium pueden ser la clave para diferenciarse de las alternativas más baratas y ser el Android aspiracional del 2015.