Jitsi

Fotografía de Brandon King bajo licencia CC BY NC ND 2.0

Las videollamadas se han ido convirtiendo cada vez más en una forma cotidiana de comunicación, en especial para aquellos que teletrabajamos o para quienes tienen familiares o amigos viviendo en diferentes países. Entre Skype y los Hangouts de Google parecen haber acaparado el mercado casi en su totalidad, pero, por otra parte, también es sabido que ninguna de estas plataformas es completamente seguras, en especial **en tiempos de paranoia y vigilancia masiva.

Como siempre recomendamos, cifrar todas tus comunicaciones debería ser el estándar. No obstante, el cifrado tiene una curva de aprendizaje que puede ser retadora para un usuario común, y en el caso de las videollamadas, hasta hace muy poco requería instalar nuevo software en tu equipo y aprender a usarlo, lo que suele desmotivar a mucha gente que quizás no tiene tiempo adicional para dedicarle a estas cosas. Hasta ahora, Pidgin había sido el estándar para este tipo de comunicaciones**, pues a pesar de que requería instalar un programa especial, aceptaba que usaras tu cuenta de Google, Jabber, Facebook u otros servicios sociales.

En el caso de Jitsi, por largo tiempo ha venido creciendo como una opción en materia de comunicaciones cifradas en tiempo real. Al ser multiplataforma, era una herramienta muy usada, pero sobre todo por activistas y personas muy dedicadas a proteger su seguridad en línea. El uso de Jitsi sigue sin ser masivo, en parte porque requiere instalar un programa y aprender a hacer las cosas de una manera diferente.

¿Pero qué tal si eso no es cierto? ¿Y si te digo ahora que Jitsi no sólo te permite hacer videollamadas cifradas, sino que es incluso más fácil de usar que Hangouts o Skype?

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Foto de Jon Ovington bajo licencia BY NC ND 2.0

Puedes usar Jitsi sin instalar nada

Desde hace cierto tiempo, es posible usar Jitsi directamente desde una pestaña del navegador Chrome, sin iniciar sesión y sin instalar nada adicional. Simplemente escribes http://meet.jit.si en la barra del navegador y ya estás dentro. No necesitas ni siquiera iniciar sesión en ningún servicio; apenas autorizar el uso de tu micrófono y tu videocámara y listo. Invitar a otras personas a la conversación es tan fácil como compartir la URL de la sala, que es una "prettyURL" aleatoria (la última sala que creé se llamaba "MagicalGoatsFlossRegularly", por poner un ejemplo). Debes compartir esta URL por un mecanismo de comunicación seguro, por supuesto, pero Jitsi también te da la opción de añadir una contraseña a tu sala para mayor seguridad.

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Una vez dentro, Jitsi te ofrece algunas opciones adicionales, como usar el chat de texto, compartir documentos (lo que te genera un Etherpad para editar de manera colaborativa, directamente en la ventana de la llamada), presentaciones de Prezi o directamente compartir tu pantalla.

Todavía existe la opción de instalar Jitsi como un programa en tu ordenador, lo que permite, por ejemplo, tener acceso a tus contactos de los servicios que soporta (Google Talk, Facebook, ICQ, etcétera). Esto, por supuesto, te permite añadir una capa de seguridad a servicios que tienen acceso a tus comunicaciones y que pueden estar ofreciendo acceso a terceros (como gobiernos o corporaciones). Sin embargo, debes creerme cuando te digo que con la versión web es más que suficiente para cubrir las necesidades que hasta ahora habías cubierto con Skype y similares.

Puedes descargar Jitsi para Windows, MAC OSx y Linux, o puedes probarlo directamente (desde Chrome) en meet.jit.si.