Los afectados de parálisis podrían contar muy pronto con una solución excepcional que les permitiese volver a andar de nuevo. El implante se llama e-Dura y su desarrollo sigue adelante, imparable y con buenas expectativas.
El implante e-Dura es flexible y está diseñado para resolver los terribles problemas de una espina dorsal afectada por una malformación o accidente. El resultado permitiría a la persona volver a andar. e-Dura ha sido probado ya en el modelo animal (con ratas) y obtuvo un rotundo éxito lo que lo encamina hacia la fase clínica donde se probaría en humanos. Si todo fuese bien, e-Dura podría ayudar a andar a las personas en unos pocos años.
Estos son los efectos de e-Dura
Esta especie de parche se conecta directamente al sistema nervioso, por debajo de la dura mater, la meninge exterior que protege el cerebro y la espina dorsal. Mediante un ingenioso cóctel químico y la conexión cerebral adecuada, algo que suena completamente a ciencia ficción, los investigadores de e-Dura consiguieron hacer andar de nuevo a varias ratas con la espina dorsal seccionada. Estos animales, completamente paralizados de cintura para abajo, consiguieron moverse sin problemas utilizando el parche. Es más, al cabo de varios meses, la investigación mostró que el prototipo de e-Dura no mostraba rechazo por parte de los animales.
El proyecto, denominado NEUWalk, fue todo un éxito, como podéis ver en la imagen superior. Para poder desarrollar e-Dura los investigadores han tenido que observar cuidadosamente muchísimos aspectos, entre los que se cuentan la intensidad de la transmisión de la señal eléctrica, dónde se produce y cómo o los efectos de diversos neurotransmisores en el envío de la señal. Hablamos de un trabajo que ya lleva casi una década de desarrollo pero que probablemente, si alcanza las expectativas que se le atribuyen, permitirá andar a los humanos con lesiones medulares en unos años.
e-Dura, también en humanos
Por supuesto, ésta es la finalidad de la investigación: que las personas con lesiones y problemas medulares puedan volver a andar. Pero aunque el desarrollo de e-Dura está avanzando a una velocidad increíble, todavía quedan muchas barreras que superar. Es más, la fase clínica podría descartar por completo el tratamiento, por lo que todavía es pronto para cantar victoria. Aunque el modelo múrido, las ratas, es usado por su parecido fisiológico al ser humano, somos El equipo espera comenzar con la fase clínica, con humanos, en junio de este año
esencialmente distintos. Pero los responsables de la investigación son muy positivos con el tema.
Mediante una medicación concreta e insertando el parche en la duramadre el implante resulta completamente funcional. Ahora, e-Dura ha sido diseñado sobre silicona flexible para adaptarse a los movimientos de la propia dura mater, de manera que se ajusta a la perfección. Un problema menos. Los microcanales de oro y los electrodos de platino permiten la conducción de la señal eléctrica. Por último, en el implante, unos microcanales, gracias al cóctel químico, segregan los neurotransmisores necesarios para "reavivar" el nervio y que el proceso sea natural.
El equipo espera comenzar la primera fase clínica en junio de este mismo año. Eso quiere decir que se implantaría e-Dura en unos pocos pacientes, 3 o 4, con los que se estudiaría la reacción del ser humano ante el implante. Si todo funciona bien, en uno o dos años pasaría a la segunda fase, con una población mayor pero controlada. En definitiva, si e-Dura cumple con lo que esperamos, podríamos verlo en el mercado en unos 5 o 7 años. Pero no solo eso, la investigación en torno a e-Dura no solo habla del implante. Aunque e-Dura no llegara al mercado podremos ver aplicaciones para diversos trastornos neurológicos, como el Parkinson y diversas coreas, además de conocimientos básicos imprescindibles. Analizando el potencial de e-Dura podemos decir, sin miedo a equivocarnos, que esta es una de las investigaciones más interesantes que hemos visto en bastante tiempo.