Dada la amplia gama de programas que existen para navegar por nuestros archivos en Linux y de las diversas funciones que nos ofrecen cada uno de ellos, a veces se hace difícil recomendar un explorador de ficheros que pueda cumplir con las expectativas de la mayoría de los usuarios.

Sin embargo, esta vez lo tenemos fácil con dolphin, el navegador de archivos que podemos encontrar instalado por defecto en el escritorio KDE. Eso no quita que podamos instalarlo en otros entornos de escritorio, pero ya sabemos que las aplicaciones desarrolladas con el framework Qt se ven mucho mejor en los entornos de escritorio desarrollados con la misma herramienta.

Las funciones que trae por defecto este explorador de archivos, más la capacidad de personalización, contando además con su extensibilidad, le hacen merecedor de llevarse el título a uno de los navegadores de archivo más versátiles que podemos encontrar en la comunidad de Linux.

Funcionalidades de dolphin

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A primera vista parece un navegador de ficheros estándar. Podemos ver una barra superior con flechas para avanzar o retroceder por carpetas, vistas de iconos, compacta o de detalles, un buscador, un botón que activa las vistas previas de archivos como las imágenes, un botón para dividir la vista y el botón más importante, control, desde el que configuraremos dolphin a nuestro gusto.

Que tengamos una vista dividida no significa que dolphin no soporte pestañas, porque lo hace. Pero normalmente con la vista dividida nos bastará para las acciones más comunes. A la izquierda tenemos un panel que nos muestra las carpetas en su área superior; aquí podremos arrastrar carpetas para crear marcadores. También cuenta con la opción de añadir carpetas de red (webdav, FTP, disco de red de Windows o por ssh). Además, encontraremos en ese mismo panel lateral los documentos a los que hemos accedido anteriormente, un buscador por tipos de archivo y nuestros dispositivos.

Una función útil es que al mover un archivo a otra carpeta nos pregunta si queremos copiarlo, moverlo o crear un enlace. Tampoco podemos olvidarnos de que nos permite personalizar sus atajos de teclado, una opción perfecta para los que no nos gustan los atajos de teclado de KDE. Dolphin con su configuración estándar está bastante bien, pero lo que nos importa a nosotros es que se adapte a nuestro método de trabajo.

Cómo personalizar dolphin para que se adapte a nosotros

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Lo mejor de dolphin es que es un explorador de archivos que es capaz de adaptarse a nosotros en vez de tener nosotros que adaptarnos a él. Desde el botón control podremos cambiar las vistas, mostrar archivos ocultos u organizar por grupos. Las vistas pueden configurarse, a mí me gusta usar el modo vista detallada con la opción de navegar por las carpetas en árbol.

Podremos añadir paneles adicionales como el llamado información, que nos ofrece una previsualización del archivo y la posibilidad de añadirle etiquetas (útil para agrupar archivos), valoración o comentarios. Otro de los paneles es uno que acopla una terminal que se integra con dolphin, entrar a una carpeta es como ejecutar el comando cd por ejemplo, navegan a la par. En mi caso, que trabajo con numerosas imágenes, me gusta tener una terminal a mano para mover archivos del mismo tipo entre el lío de archivos o para realizar conversiones rápidas.

Los paneles son desplazables así que podremos moverlos a nuestro antojo. También podremos configurar el comportamineto al hacer clic, uno o dos clics para entrar a carpetas o abrir archivos. Tendremos más opciones, como poder clicar el símbolo + que aparece al movernos sobre los archivos, es como hacer ctrl+clic pero más cómodo.

Característica estrella: los servicios

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Esta función es lo que ha convertido a dolphin en mi navegador de ficheros predeterminado. Los servicios son acciones que podemos ejecutar desde el menú que se abre al hacer clic con el botón derecho sobre un archivo. Podremos descargar nuevos servicios por Interntet o desde el propio dolphin, además de poder activar algunos ya existentes.

Entre ellos podremos encontrar servicios para descomprimir archivos, para cambiar el formato de imágenes (los que más uso), administrar repositorios (Git, Mercurial, Subversion), cifrado de archivos... Incluso podremos hacer nuestros propios servicios si queremos, lo que nos lleva inevitablemente a ser más productivos.

Cómo instalar dolphin

Si te gusta lo que has leído hasta ahora quizá quieras probarlo. Para instalarlo en distribuciones basadas en Ubuntu, normalmente podremos encontrar este fantástico programa en los repositorios por defecto de nuestra distribución:

$ sudo apt-get install dolphin


En Arch Linux lo encontraremos en el repositorio extra agrupado en el conjunto kdebase, para instalar únicamente dolphin y no el conjunto:

$ sudo pacman -S kdebase-dolphin


Como veis, dolphin nos permite personalizarlo a nuestro gusto y añadirle las funciones extra que necesitemos. ¿Qué os ha parecido dolphin? ¿Conocéis otros navegadores de archivos que nos hagan más productivos?

2 respuestas a “Dolphin: el navegador de archivos para todos los gustos”

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