Estamos en un momento en el que cada vez le damos más importancia a la pantalla de nuestros smartphones. No sólo miramos su tamaño, sino que cada vez nos preocupamos y esforzamos más en ver su calidad real. Yo hace un tiempo intento dejar el mayor análisis técnico posible en las reseñas, como en la del Lumia 1520, y es un campo que tiene acogida. Ya no nos limitamos a repasar en una hoja de especificaciones la diagonal y la resolución, sino que vamos a por más. Así que para partir de una base, dejo las explicaciones básicas y diferencias, pros y contras entre los dos tipos de paneles más habituales que vemos en los smartphones actuales. IPS vs AMOLED.

Qué es IPS

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IPS son las siglas de in-plane switching, un tipo específico de panel LCD que nació para mejorar los TFT-LCD, que tienen un tiempo de respuesta lento, lo cual se traduce en frustración. Además, cualquiera que haya tenido un monitor TFT-LCD recordará lo malo que era verlo desde un borde, sus ángulos de visión siempre han sido su mayor carencia. Si en un monitor era frustrante, más lo es en un dispositivo más pequeño y en constante movilidad. De estas carencias nacieron los paneles IPS.

Qué es AMOLED

IPS vs AMOLED - IPS vs AMOLED -
Samsung Galaxy S5

AMOLED son las siglas de Active Matrix Organic Light Emitting Diode, A.K.A. “OLED de matriz activa”, A.K.A. “necesitamos renovar al director de marketing”. Está basado en OLED y sus píxeles se iluminan cuando se activan eléctricamente. La matriz activa es un TFT que regula el brillo con el que se muestra cada uno de esos píxeles. Super AMOLED simplemente hace referencia a los paneles AMOLED que monta Samsung.

En qué gana IPS

  • Mejor reproducción del color. Las pantallas de los Samsung siempre han salido peor paradas en este término al menos frente a las de los iPhone o HTC de gama alta.

  • Mayor nitidez. La definición de los objetos y formas de las imágenes son más claras y definidas en el caso de los smartphones con paneles IPS.

  • Mejor ángulo de visión. Es una constante: la mayoría de AMOLED, históricamente, deformaban el color al verlas desde los bordes, azuleándose la mayoría de veces. Las IPS responden mucho mejor en ese aspecto.

  • Color blanco más intenso. A niveles altos de brillo, frente a un AMOLED, se aprecia claramente la diferencia de intensidad, dejando al rival más cerca del grisáceo o del blanco apagado.

  • Mejor tiempo de respuesta. Aunque cada panel concreto es distinto, se trabajó para mejorar este aspecto respecto a los TFT originales y en promedio superan a los paneles AMOLED.

En qué gana AMOLED

  • Los paneles son más finos. Permiten que el grosor del teléfono sea inferior, para conseguir un grosor idéntico los fabricantes de dispositivos con IPS necesitan un esfuerzo mayor.

  • No necesitan retroiluminación. Se elimina así un coste para el fabricante, un componente que ocupa un grosor y un espacio, y la energía que demanda.

  • Color negro más intenso. Y además, no consume autonomía apenas. Por eso el modo ahorro de energía del Galaxy S5 deja la pantalla en blanco y negro. Sobre todo negro.

  • Mayor autonomía. Un AMOLED consume menos energía que un IPS.

  • Alto contraste. Esto les viene como anillo al dedo a los fabricantes que han apostado por seducir a primera vista y aumentan contraste y saturación de sus paneles para hacerlos más llamativos.

En qué pierde IPS

  • Necesita una retroiluminación fuerte. Esto se traduce en un mayor consumo de energía, lo cual es un punto débil en cualquier tipo de dispositivo, pero más todavía lo es si hablamos de smartphones.

  • Consume más energía. Ya no sólo por la retroiluminación, sino por la propia arquitectura del panel.

  • Provoca terminales más gruesos. Dado por esta misma retroiluminación de la que hablamos, el fabricante tendrá que aumentar sus esfuerzos en ingeniería interna (y quizá aumentar precio) o sacrificar algún componente.

En qué pierde AMOLED

  • Producción más cara. Para amortizar la fabricación y que no aumenten los costes de los dispositivos hace falta una escala muy alta.

  • Menor definición de las imágenes. Las siluetas de los objetos están menos acentuadas, se difuminan más con el fondo.

  • Menor brillo. Y ya sabemos todos en qué se traduce esto: menor visibilidad a plena luz del día o en exteriores nublados.

  • Menor período de vida. La conocida degradación de los paneles AMOLED y OLED en general frente a los LCD como los IPS. La mayoría de estimaciones hablan de 14.000 horas frente a 60.000 para LCD. En el caso de los smartphones no es un problema mayor. 14.000 horas equivalen a 8 horas diarias durante 5 años. Pero en general, el color azul es el primero que empieza a degradarse en los AMOLED. Los últimos avances han conseguido tiempos de vida de 62.000 horas para los azules en los AMOLED y 198.000 horas para los verdes.

  • Impacto medioambiental. Los paneles AMOLED son muy difíciles y caros de reciclar.