brazo robótico

Si hace unos días os contábamos el desarrollo de Aisoy, el primer robot capaz de empatizar y "sentir emociones", la tecnología nos vuelve a sorprender con interesantes avances y desarrollos. En este caso, el mundo de la robótica da un paso más con una investigación realizada en el laboratorio de Jochen Steil, que ha permitido la creación de un peculiar brazo robótico.

Con el impulso de la compañía Festo, los ingenieros alemanes han construido un brazo robótico cuya forma recuerda a la trompa de un elefante. Pero no es su diseño lo que más nos sorprende, sino la capacidad de aprendizaje que presenta este brazo robótico, parecida a la que desarrolla un bebé en sus primeros meses de vida.El brazo robótico aprende a moverse gracias a procesos de ensayo-error

Y es que la trompa de este brazo robótico, formada por segmentos tridimensionales unidos por una especie de "musculatura artificial neumática", podía desplazarse inicialmente siguiendo movimientos más bien "rudos". Desde que se produjo su lanzamiento en 2010, los ingenieros se han afanado en mejorar el control del software de este brazo robótico.

La semana pasada, en un congreso en Bielefeld el grupo de Steil demostró que el brazo robótico podría mejor sustancialmente la interacción entre robots y humanos. Para ello presentaron un sistema conocido como goal babbling, un proceso de aprendizaje de ensayo-error muy parecido al que realizan los bebés cuando empiezan a realizar los primeros movimientos.

Gracias a esta metodología, el brazo robótico podrá mejorar considerablemente su capacidad de movimiento y sus acciones. Este avance tecnológico muestra de nuevo cómo la industria de la robótica puede lograr impresionantes resultados al mejorar capacidades relacionadas con el software y la ingeniería de estos robots.