Sony Xperia Z2, Samsung Galaxy S5, HTC One M8, Sony Xperia Z1 Compact. Todos estos terminales tienen en común que han sido presentados a principios de 2014, que pertenecen a la gama alta, y sobre todo, que su almacenamiento base está en 16 GB. Para rematar esto último, también tienen en común unos precios que parten de los 550 euros aproximadamente y superan los 700 según el terminal.
Por ahorrar de 5 a 10 dólares por terminal se sigue ofreciendo el mismo almacenamiento base que en 2011 o 2012.
Por supuesto que de esto no se salva Apple, quien con el iPhone 5s ha seguido ofreciendo 16 GB de almacenamiento en el modelo más básico en 2013, igual que con los iPad. Veremos qué pasa en 2014 cuando lleguen nuevos modelos.
Llevamos ya unos cuantos años con 16 GB en estos modelos básicos. Pero las aplicaciones cada vez ocupan más para adaptarse a las pantallas Retina de Apple o Full HD de fabricantes de Android. En el caso de Android tenemos además que el firmware original resta bastante espacio disponible a los dispositivos. En los iPhone se mantiene por encima de 12 GB el espacio disponible, pero en Android baja. Por ejemplo:
- LG G2: 10.37 GB
- Samsung Galaxy S5: 9.15 GB
- HTC One Mini: 10.44 GB
Esto no implica que Apple se salve de la quema. Desde que llegó el iPad de tercera generación con pantalla Retina, muchas aplicaciones universales (un mismo archivo compatible con iPhone y iPad) aumentaron enormemente su peso. Incluso cuando las descargamos sólo para usar en un iPhone. Estas fueron las "evoluciones" de tamaño de algunas aplicaciones populares de la App Store cuando llegó el iPad Retina:
- Tweetbot: 8’8 Mb → 24’6 Mb
- iMovie: 70 Mb → 404 Mb
- Keynote: 115 Mb → 327 Mb
- Numbers: 109 Mb → 283 Mb
- Pages: 95 Mb → 269 Mb
A eso le sumamos que los juegos más potentes superan 1 GB de tamaño. Y en Android, las aplicaciones no pueden instalarse en una microSD. En iOS ni siquiera hay microSD. Ya es hora de tener un gesto con el usuario y que al menos en la gama alta se acabe con los 16 GB. El coste para el fabricante de pasar de montar un chip de 16 GB a uno de 32 GB es de apenas entre 5 y 10 dólares más.
Al menos en la gama alta empieza a ser intolerable lo de los 16 GB (que luego siempre son menos).
Luego cada uno de esos saltos de memoria se cobran a entre 50 y 100 euros o dólares. Entiendo que las marcas quieran sacar tajada por cada usuario que quiere o necesita un mayor almacenamiento, pero se ha alargado demasiado la broma de los 16 GB. Cualquier fabricante de Android hubiera firmado en 2013 con su propia sangre e incluso con la del vecino que Apple mantuviese el iPhone 5s básico con sólo 16 GB para que no se notara mucho que ellos hacían lo mismo.
Samsung sí metió 32 GB en el Galaxy Note 3, y yo ya pensaba que era sintomático, que el Galaxy S5 seguiría esta esperada tendencia. Luego no fue así. A Samsung se le reconoce el arrojo pero le pudo la ambición. Al resto, salvo honrosas excepciones como LG con el G Flex, ni eso. Y yo ya noto que en este tema anda el entorno early adopter como un hormiguero bajo la lluvia.