Las cosas en el mercado de los tablets parecen estar definiéndose bastante. Si quieres un slate que te pueda proporcionar lo máximo en satisfacción, quizás tengas que echar un ojo al iPad de Apple. Si lo tuyo, en cambio, es algo que funcione bien sin costar más de la cuenta, entonces Android tiene un catalogo bastante amplio. Por último, si quieres algo con Windows, entonces deberás comprar un tablet con Windows (sí).
Nimbus quiere abrir un poco más el mercado, ofreciendo un tablet que se sitúa por debajo de los 200 euros, sin tener que sacrificar demasiado en materiales más baratos. O por lo menos no en lo que al acabado externo toca.
Estamos hablando de un tablet con pantalla de 10,1 pulgadas, en el ya tradicional formato 16:9, con resolución de 1.368 x 768 píxeles, y capacidad para registrar hasta 10 puntos táctiles. En cuanto al procesador, aunque no han aclarado demasiado al respecto, hablamos de un CPU Cortex A9 de cuatro núcleos a 1,6 GHz que funcionarán en sincronía perfecta con 1 GB de RAM.
Lejos de conformarse con la ya acostumbrada tarifa mínima de 8 GB de almacenamiento interno, el Nimbus 102Q tiene 16 GB de almacenamiento, que siempre podrán ser ampliados mediante la utilización de memorias externas, más exactamente, de hasta 64 GB. Por algún lado debían recortarse los costos, y parece que quien ha terminado pagando los platos rotos es la cámara, que tendrá que quedarse en 2 megapíxeles la trasera, y una aún más económica para la frontal.
Pero el apartado en el que la nueva apuesta de Nimbus se destaca por sobre la competencia, es el diseño externo. Han decidido adoptar un acabado en metal cepillado, que seguramente será de agrado de quienes tienen fobia al plástico.
Por el más que razonable precio de 189 euros podrás hacerte con este bonito tablet a partir del 1 de abril.