Ya tenemos fecha para la llegada de la primera Apple Store a Latinoamérica, que se abrirá en el centro comercial VillageMail de Brasil el próximo 15 de febrero. La apertura de la primera tienda oficial de Apple en la región latinoamericana tiene implicaciones muy importantes para Apple en la región, hasta el punto de que ha pasado a ser un foco de mercado importante en el que apostar durante el medio plazo. De hecho, no solo Apple ha apostado por un mercado en crecimiento como el latinoamericano y el asiático, si no que multitud de grandes compañías -y no tan grandes- están viendo en este mercado oportunidades que se están perdiendo en otros más asentados.
Si atendemos al propio mercado en sí, la ventas de smartphones de la región crecieron un 53% a lo largo del primer trimestre de 2013 con una tendencia positiva durante el resto del año y una muy buena estimación para 2013, siendo Brasil la economía que más creció, por lo que es uno de los mercados más atractivos para atacar en la actualidad. No conforme con eso, la penetración de internet en la actualidad se sitúa en la media del 45% de la población de la región con más de 250 millones de usuarios, número que podría superar al combinado de usuarios de USA y Canada a medio plazo y que junto con las ventas de portátiles y tablets que no paran de crecer, incluso de dispositivos de Apple, tal como confirmó el propio Cook en la presentación del resultados financieros del primer trimestre del año fiscal 2014, no hacen si no confirmar la proyección positiva del mercado para Apple.
Latinoamérica presenta las mayores tasas de crecimiento del mundo
Además, el usuario medio Latinoamericano ha demostrado que está dispuesto a pagar una cantidad absurdamente alta con tal de tener el último terminal de Apple, motivado por la imposibilidad de conseguir el terminal en muchos de los países de la región de forma directa, de nuevo, por las políticas arancelarias y de importación que dificultan enormemente la compra del producto.
Pero este no es el único motivo de peso: con una clase media cuya renta per capita crece cada año y que puede permitirse el terminal a un precio similar al del mercado europeo o americano, los clientes potenciales de la compañía aumentan cada período, dando más motivos a Apple para atacar al mercado con garantías.
Y no todo es tan fácil como parece. Por mucho que tengamos expectativas de crecimiento, mayor renta per capita o clientes potenciales para satisfacer la demanda, el hecho es que es relativamente difícil introducirse en este mercado: las políticas administrativas y arancelarias, así como las políticas fiscales y la legislación vigente de muchos de los países como Argentina o Venezuela constituyen verdaderas barreras de entrada que limitan la toma de decisiones de muchas compañías para establecerse en el mercado, exigiendo en algunos de los países que los productos sean manufacturados localmente para poder llevarlos al mercado y atentando desde luego con las políticas de libre mercado y dificultando el desembarco de Apple en Latinoamérica.
Las políticas comerciales de muchos países de la región dificultan la llegada de Apple
Apple no podia haber elegido un momento mejor para la llegada de la Apple Store a Brasil y estoy seguro que no es una decisión al azar: con la tasa de crecimiento más alta de la región y con la llegada del Mundial de Fútbol este año y de los Juegos Olímpicos en el 2016, eventos que aseguran la llegada de millones de compradores potenciales y un gran impacto en términos de imagen de la compañía.
Si, Apple ya está en Latinoamérica de forma directa y es un gran paso en términos de oportunidades de mercado y una gran notica para los usuarios de la región, pues supone el desembarco de la compañía en un territorio hasta ahora vetado para sus operaciones. Pero si las políticas de mercado de muchos de los países no cambian, y Apple no se asegura que al menos va a poder operar con seguridad jurídica, los usuarios de muchos países latinoamericanos va a tener que seguir comprando sus dispositivos como hasta ahora, aunque un poco más cerca de su casa.