Hace algo menos de un año, la NASA anunciaba el lanzamiento exitoso del satélite TDRS-K, con el que comenzaba una nueva era en las comunicaciones de la agencia espacial estadounidense. Aquel despegue supuso el pistoletazo de salida de los renovados satélites geoestacionarios de comunicación de la NASA (incluyendo el TDRS-L y el TDRS-M), en estrecha colaboración con Boeing Space Systems.

El programa Tracking and Data Relay Satellites comenzó en 1973, aunque el lanzamiento del primer satélite de comunicaciones no se produciría hasta una década más tarde, coincidiendo con la misión STS-6 Challenger, como explicaba Daniel Marín en su blog.

Hasta el momento ha habido tres generaciones de satélites, que han supuesto el puente que enlaza las diferentes misiones espaciales con la actividad de monitorización en las sedes de la NASA en Estados Unidos. Las tres etapas han coincidido también con diferentes fases y acuerdos de la agencia con distintas entidades del sector privado, como TRW, Hughes y Boeing.

Un trío de ases para asegurar el éxito de las comunicaciones

Aunque actualmente existen en órbita siete satélites del programa TDRS, lo cierto es que solo cuatro de las generaciones anteriores permanecen activos (TDRS-7, TDRS-8, TDRS-9 y TDRS-10). Con el lanzamiento del TDRS-K en enero de 2013 y el despegue de TDRS-L hoy mismo, la NASA pretende revolucionar sus comunicaciones vía satélite. El año que viene, el TDRS-M completará el nuevo trío de ases de la agencia espacial norteamericana.La comunicación con la ISS o el Hubble depende de estos satélites

A estos tres satélites renovadores podría unirse uno más, el TDRS-N, según admite el propio contrato de la NASA y Boeing. La diferencia principal de la segunda y la tercera generación de satélites se basa en su arquitectura. Por un lado, cuentan con grandes paneles solares y por otra, también dispone de dos antenas parabólicas desplegables, capaces de orientarse y transmitir y recibir simultáneamente en las bandas S y Ku o Ka.

El despegue de TDRS-L se producirá mediante la ayuda del vehículo Atlas V desde Cabo Cañaveral. Su lanzamiento es crítico, ya que la red de satélites de la NASA son clave para garantizar las comunicaciones con algunas de sus misiones espaciales más importales, tales como la Estación Espacial Internacional, el telescopio Hubble o el Earth Observing Fleet.

TDRS-L
NASA Kennedy(Flickr)

El lanzamiento de TDRS-L se producirá en apenas unas horas, y podrá seguirse en streaming a través del canal oficial de televisión de la NASA. Su despegue podrá verse a partir de las 9:05 pm ET (horario de Estados Unidos). Quizás en los próximos días, si TDRS-L sigue el camino del anterior satélite, podamos ver espectaculares imágenes como la fotografía de este enlace.

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