De un tiempo a esta parte, cada vez es más frecuente toparse con un nuevo gestor de tareas, y es que nuestra obsesión por aprovechar el tiempo y terminar el trabajo cuanto antes mejor, nos empuja a buscar soluciones para hacer esto posible. Encontrar un buen gestor de tareas no es tarea fácil. Uno de ellos Todoist, lleva tiempo en activo, y con los años ha mejorado sustancialmente, añadiendo soporte para nuevas plataformas e introduciendo pequeñas novedades que lo convierten en una buena opción a la altura de Remember the milk o Wunderlist. Veamos qué ofrece la versión más reciente.

Todoist es un gestor de tareas multiplataforma que puedes usar directamente desde el navegador web, en Windows y OS X mediante sus clientes oficiales, en dispositivos móviles Android y iOS, integrándolo en tu navegador mediante extensiones (Chrome y Firefox) e incluso integrándolo en tu gestor de correo Thunderbird y en Gmail y Outlook. En resumen, puedes usar Todoist en todas partes y en prácticamente cualquier ordenador o dispositivo móvil.

El segundo pilar de Todoist es la sincronización automática de tareas, de manera que, aunque tengas varias versiones instaladas, en ellas aparezcan las mismas tareas, y si marcas una como terminada, lo mismo ocurra en los demás dispositivos. Y en tercer lugar, destaca su sencillez y facilidad de uso.

Todoist es gratuito por defecto, si bien ofrece funciones adicionales por $29 al año (aproximadamente unos 21,45€): buscador de tareas, etiquetado de tareas por color, notas y archivos adjuntos, recordatorios, etc.

Aunque cada versión aporta su propio carácter, adaptándose al dispositivo y plataforma donde funciona, en general Todoist cuenta con algunos elementos en común: interfaz minimalista, carpetas por defecto, filtrado de tareas y etiquetas. Todoist no se rije, en principio, por ningún método de producitividad, pero su sistema de carpetas por defecto bien se parecen a las de Geting Things Done, con una bandeja de entrada de tareas, una carpeta para las tareas que hay que hacer hoy, otra para tareas para los próximos siete días y, finalmente, una carpeta de proyectos (o grupos de tareas).

Así pues, Todoist empieza pidiéndote que crees un primer proyecto. Ahí podrás crear tareas y subtareas hasta cuatro ramificaciones en la versión gratuita. ¿La utilidad de esto? Hilar lo más fino posible para definir al detalle los pasos del proyecto en el que estás trabajando para no dejar nada. Otro detalle, habitual en este tipo de herramientas, es que permite priorizar la tarea en cuestión mediante banderas de colores. Y con las etiquetas, facilitarás su búsqueda.

Un detalle que me ha gustado de la versión online (y en las extensiones y versiones para Gmail y Outlook) es el apartado dedicado a la "tendencia de productividad", un historial que mide lo productivo que has sido a partir del número de tareas finalizadas en tu día a día. Puede parecer una tontería, pero este tipo de detalles sirven para motivarse uno mismo al ver que has cumplido los objetivos marcados.

¿Es Todoist un buen gestor de tareas? La respuesta es sí. Puede que su aspecto te parezca muy sencillo, pero está claro que su carácter multiplataforma, con sincronizaciones automáticas y su facilidad para crear nuevos proyectos, añadir tareas y anidarlas, te permitirán adaptar esta práctica herramienta a tus necesidades y no al revés.