Una de las mayores virtudes de Android (y las más alabadas desde sus comienzos) es la libertad que ofrece. Gracias al Android Open Source Project (AOSP), el sistema operativo del robot verde puede ser tomado por cualquiera que lo desee, ser modificado y ser instalado en dispositivos de cualquier tipo, sin necesidad de contar con Google. El ejemplo más claro de ello es Amazon, quien ha creado un fork de Android y lo ha instalado en sus dispositivos sin contar en ningún momento con Google.
Sin embargo, parece que Google quiere acabar poco a poco con esa libertad, y así lo demuestra con sus últimas versiones y decisiones, las cuales están conduciendo a la muerte la proyecto AOSP, encargado de hacer Android libre y gratuito. De hecho, Jean-Baptiste Querú, principal responsable de AOSP en Google, se marchó de la compañía durante este verano porque, según él, las medidas que esta estaba tomando Google respecto a Android le impedían realizar a cabo su trabajo, que es, precisamente, hacer Android abierto.
Algunas partes del código de Android no se liberan al estar relacionadas con servicios de Google
Este no es el único ejemplo de que Google está cerrando poco a poco Android. También encontramos un incremento en la dependencia de los servicios de Google que tiene Android. Es decir, Android AOSP no es nada sin Google, pues es ella, con sus servicios, quien realmente aporta valor al sistema operativo. Eso es apreciable en el código de Android, del cual se liberan cada vez menos partes debido a que estas están relacionadas con los servicios de Google, los cuales no forman parte del proyecto AOSP y, por lo tanto, no son abiertos. Y muchas de esas partes son fundamentales en un sistema operativo móvil.
El último caso de esto es el navegador web nativo, el cual ha sido eliminado con Android 4.4 KitKat, de forma que ahora todos dependen de Chrome, que, según las últimas informaciones, tendrá un costo para los fabricantes que deseen implementarlos. Así pues, Google obligará o bien a usar y pagar por Chrome, o a desarrollar uno propio, pues los navegadores que encontramos en la Google Play Store pueden sustituir al 100% al navegador del sistema.
Pero esto no solo ocurre con el navegador web, pues una situación relativamente similar la encontramos con aplicaciones como el reproductor de música (que ahora es, por defecto, Google Play Music), el teclado virtual y la aplicación de mensajería, así como con las APIs, partes fundamentales para el correcto desarrollo del sistema operativo en determinadas áreas. Todas ellas están siendo excluidas del proyecto AOSP al ser productos de Google, quedando, sin estas, un sistema operativo desnudo y casi inservible, justo lo contrario de lo que el proyecto Android Open Source Project busca.
Google está dejando AOSP y la libertad en segundo plano
Algunos fabricantes como Samsung, aunque en muchas ocasiones lo critiquemos, parecen estar tomando medidas, pues han comenzado a aportar alternativas a estos servicios propietarios de Google. Sin embargo, el peso de Google Play Store sigue siendo muy grande, lo que implica que estos no puedan separarse de Google y crear un fork.
Así pues, Google está llevando a cabo una jugada maestra (desde su lugar, claro), cerrando cada vez más el círculo, dejando el proyecto AOSP y la libertad de la que siempre ha hecho gala Android en un segundo plano y haciendo Android más Google que nunca. Y es que, en realidad, Android es y siempre ha sido simplemente un mero intermediario, pues Google lo que busca es que usemos sus servicios, que es por lo que ellos realmente obtienen beneficios. ¿De verdad creíamos que Google era una ONG que no buscaba el beneficio?