juicio al soldado bradley manning

Imagen: Anti-War

El pasado 30 de julio, el jurado militar que juzgaba a Bradley Manning en un Consejo de Guerra por haber actuado de fuente de WikiLeaks hizo lectura de su veredicto y lo halló culpable de 5 cargos de espionaje, fraude informático, 5 cargos de robo y otras faltas recogidas dentro del Código de Justicia Militar de Estados Unidos. Si bien no lo hallaron culpable de ayudar al enemigo, Manning se enfrenta a una condena máxima que puede rondar los cien años; una sentencia que se está fraguando actualmente en un nuevo proceso en el que fiscalía y defensa aportan pruebas y testimonios para que la Coronel Denise Lind, juez del proceso, fije la pena de reclusión con la que se castigará al Soldado Manning.

Las últimas novedades del caso

Una de las tesis que siempre ha apoyado la fiscalía, es decir el Gobierno de Estados Unidos, es que los documentos secretos que Manning filtró a WikiLeaks impactaron directamente sobre las operaciones de Estados Unidos en Irak y Afganistán. El jurado halló no culpable a Manning de ayudar al enemigo pero el Gobierno insiste en que la información filtrada ayudó a los enemigos de Estados Unidos y también afectó a sus relaciones diplomáticas.

Si recordamos el denominado "Cablegate" del 2010, WikiLeaks publicó comunicaciones internas del Departamento de Estado de Estados Unidos con sus embajadas y delegaciones; una filtración que también tuvo como fuente a Bradley Manning y que ha sido utilizada por el Gobierno de Estados Unidos para "calibrar" el perjuicio de los actos de Manning a su política exterior. Uno de los agregados militares de la Embajada de Estados Unidos en Pakistán, el general de división Michael Nagata, testificó a puerta cerrada sobre las filtraciones que desvelaron las relaciones militares entre Estados Unidos y Pakistán. También testificó el Subsecretario de Estado Patrick Kennedy y alegó que las filtraciones de WikiLeaks, a pesar de haber ocurrido hace dos años, siguen perjudicando las relaciones exteriores del país.

Esta tesis del "perjuicio prolongado" ya ha sido rechazada por la juez del Consejo de Guerra con algún que otro testigo puesto que, según su criterio, para que exista un perjuicio real se tendría que haber observado un efecto inmediato tras revelarse toda la información, cosa que no ha ocurrido.

Rebaja de la pena máxima

Evidentemente, esta insistencia del Gobierno de Estados Unidos en mostrar el perjuicio provocado por Manning en el terreno de la diplomacia y las relaciones internacionales tiene como objetivo convencer a la juez para que se imponga la pena máxima para los delitos en los que se ha encontrado culpable al Soldado de Primera Clase Bradley Manning.

Si bien cuando se hizo público el veredicto se habló de 136 años de posible pena máxima, la defensa de Manning solicitó a la juez que se fusionasen las condenas de algunos de los cargos. Concretamente, la fiscalía acusó a Manning con "cargos separados" y para cada cargo solicitaba una condena específica; tras la solicitud de la defensa, la juez ha estimado que algunos de los cargos son iguales y se han fusionado puesto que considerar delitos distintos haber sustraído documentos en días diferentes no tenía mucho sentido.

Esta fusión implica que algunos de los cargos de espionaje se unen en uno único y que, por tanto, la pena máxima de Bradley Manning pasa de 136 años a 90 años de reclusión.

Teniendo en cuenta que Bradley Manning tiene 25 años (cumplirá 26 en diciembre), una condena de 90 años o una condena de 136 años son, prácticamente, lo mismo: una reclusión perpetua enmascarada o, lo que es lo mismo, pasar el resto de sus días en la cárcel.

El desenlace

¿Y cuándo se conocerá la sentencia finalmente? Inicialmente se habló de que esta fase final del proceso podría tener una duración aproximada de un mes y que, por tanto, a finales del mes de agosto se podría fijar la sentencia de Bradley Manning. Concretamente, algunos medios apuntan al 23 de agosto como la fecha en la que se podría saber la condena final de la fuente de WikiLeaks, aunque otros medios apuntan a que, quizás, esta fase final pueda terminar antes.

Sean 90 años, 136 o algo menos, creo que no es nada descabellado pensar que se buscará una condena ejemplar que actúe de manera disuasoria contra cualquier miembro de las Fuerzas Armadas de Estados Unidos o de su Comunidad de Inteligencia que se esté planteando sacar a la luz algunas de las actividades que llevan a cabo. ¿Y a qué me refiero con esto? Me refiero a que creo firmemente que el Ejército de Estados Unidos impondrá una condena ejemplar para atajar de raíz la posibilidad de que surja otro Bradley Manning u otro Edward Snowden que quiera contar la verdad al mundo.

Cuando se conoció la sentencia hablamos del espía Robert Hanssen, un ex-agente del FBI que estuvo durante años vendiendo secretos oficiales a la Unión Soviética y luego a Rusia y que condenado a reclusión perpetua. Estoy de acuerdo en que nada tiene que ver el caso de Hanssen con el de Manning, el primero lo hizo por dinero y el segundo buscaba contar la verdad; sin embargo, tengo la sensación que el destino de Manning va a ser similar al de Hanssen y otros espías de la época de la Guerra Fría, cuando el contexto y, sobre todo, el motivo es tan distinto.

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