Satélite Kepler

En marzo del 2009 el satélite Kepler fue lanzado al espacio bajo un programa de la NASA llamado Discovery. Su misión consistía en orbitar alrededor del sol en la búsqueda de planetas extrasolares –o exoplanetas– parecidos a la Tierra que podrían ser habitables. El satélite Kepler cumplió su primer misión de exploración en noviembre del 2012 y se mantuvo en el espacio para llevar a cabo otra misión de duraría cuatro años. Sin embargo, meses después, Kepler tuvo problemas en dos de sus cuatro ruedas giroscópicas y tuvo que dejar de funcionar en lo que los ingenieros y científicos de la NASA intentaban repararlo.

El satélite Kepler buscaba planetas de tamaño similar a la Tierra y que fueran extrasolares, o sea, que giraran alrededor de una estrella, tal como lo hace nuestro planeta. Estos exoplanetas tenían que estar a cierta distancia de la estrella, de manera que su temperatura fuera adecuada para tener agua en su forma líquida. Cuando Kepler se descompuso, había confirmado la ubicación y existencia de 135 exoplanetas y definido otros 3,500 candidatos a serlo. El problema fue que Kepler necesita 3 ruedas funcionales para poder seguir realizando la búsqueda de más planetas extrasolares.

Al principio de la misión, los investigadores en la NASA no sabían que había tantos planetas extrasolares parecidos a la Tierra en el Universo. Este dato los orilla a creer que puede que nuestro planeta no sea el único con diferentes tipos de vida. En pocas palabras, que no estamos solos. Además, la información recolectada por el satélite Kepler aún está siendo analizada y los científicos creen que todavía hay muchas cosas por descubrir alrededor de este tema.

Por otro lado, aunque el satélite Kepler ya no tenga las capacidades para cumplir su misión, los ingenieros en la NASA están analizando la posibilidad de que lleve a cabo otro tipo de investigaciones con las dos ruedas que aún tiene en funcionamiento. La NASA llevará a cabo una conferencia en su Centro de Investigaciones el próximo 4 de noviembre; ahí anunciará el futuro de Kepler así como los descubrimientos hechos gracias a los datos recolectados por el satélite. Así que, al parecer, este no será el final del satélite Kepler.