El pasado viernes 14 de febrero, Javier Milei desató una nueva polémica. Pero esta vez no fue por su habitual verborragia, sus discursos o sus decisiones políticas, sino por la difusión de Libra ($LIBRA), una criptomoneda que supuestamente permitiría financiar proyectos de emprendimientos argentinos, pero que resultó ser una estafa millonaria.
El presidente de Argentina fijó el tuit en su perfil con más de 3,8 millones de seguidores y el caos no tardó en desatarse. La criptomoneda Libra pasó de valer literalmente nada a superar los 5 dólares, lo que permitió a los tenedores de la mayoría de los tokens en circulación —sus creadores habrían manejado un 70 % del total— venderlos para quedarse con una suma cercana a los 90 millones de dólares.
La noche del viernes y la madrugada del sábado fueron un auténtico hervidero en X (Twitter). Algunos integrantes de La Libertad Avanza, el partido político de Javier Milei, trataron de despegar al mandatario de cualquier potencial ilícito y hasta plantearon públicamente la posibilidad de que sus perfiles en redes sociales hubiesen sido hackeados.
El propio Milei negó la hipótesis del ataque contra sus cuentas y horas después tuiteó reconociendo que había promocionado la criptomoneda Libra sin estar verdaderamente interiorizado en el proyecto. Además de desligarse de cualquier involucramiento con la iniciativa, explicó que había optado por borrar su primera publicación para no seguir dándole difusión.
Fiel a su costumbre, aprovechó para pegarles a sus opositores, quienes fueron los primeros en condenar la situación:
"A las ratas inmundas de la casta política que quieren aprovechar esta situación para hacer daño les quiero decir que todos los días confirman lo rastreros que son los políticos, y aumentan nuestra convicción de sacarlos a patadas en el culo".
Javier Milei
Con semejante lío en puerta, los interrogantes no tardaron en aparecer tanto dentro como fuera de las redes sociales. En especial, sobre quiénes hicieron la criptomoneda Libra y cómo tuvieron acceso al presidente de Argentina para que la divulgara a través de sus redes sociales.
Las acusaciones de que $LIBRA era un rug pull o una estafa de tipo pump and dump no se hicieron esperar, y con razón. Un número limitado de wallets se hicieron de una suma estimada en los 87 millones de dólares tras vender la mayoría de los tokens en su poder, haciendo que el precio de la criptomoneda se desplomara en al menos un 80 %.
¿Quiénes están detrás de Libra, la criptomoneda que difundió Javier Milei?
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Las primeras cifras de afectados por el escándalo supuestamente estaban en torno a los 50.000. Desde el entorno de Javier Milei aseguraron que fueron muchos menos —entre 4.000 y 5.000 dependiendo de los cálculos—, y que en su mayoría fueron usuarios chinos, estadounidenses y de países de Oriente Medio.
El mensaje que bajó desde la Casa Rosada fue que, debido a la complejidad de operar la criptomoneda Libra, que requería de una wallet en la blockchain de Solana y otros conocimientos del mercado cripto para operar, la posibilidad de que inversores argentinos se hubiesen visto afectados era ínfima. Aun así, una de las mayores plataformas de intercambio de criptomonedas del país sudamericano fue blanco de críticas por permitir las operaciones del token en cuestión a través de una sección que se destina a "experimentos" del ecosistema cripto y los memecoins.
Varias figuras del ecosistema de criptomonedas de Argentina advirtieron desde un principio que el caso de Javier Milei y la criptomoneda Libra no olía bien. Después de todo, el proyecto presentaba red flags por donde se le mirara. Desde un sitio web oficial con un dominio que se registró el mismo día del lanzamiento del proyecto, hasta un correo electrónico de contacto de Gmail, entre otros.
Cuando el precio de $LIBRA se desplomó y se empezó a buscar a los responsables del proyecto, la primera figura fue la de una empresa llamada KIP Protocol. Sin embargo, la atención luego viró hacia la firma Kelsier Ventures y su líder, Hayden Mark Davis, de quien se conoce poco y nada.
La sombra de Hayden Mark Davis
Davis tuvo en su momento una reunión personal con Javier Milei que quedó registrada en una foto que el presidente argentino compartió en sus redes sociales a fines de enero. Las dudas sobre su figura no tardaron en aparecer, puesto que nadie del sector cripto en Argentina tenía referencias de él o de sus proyectos.
El propio Davis afirmaba estar detrás del lanzamiento de $MELANIA, el token de Melania Trump que salió a la luz tras la victoria de Donald Trump en las elecciones presidenciales de EE. UU. y el debut de la memecoin $TRUMP. No obstante, sus comentarios nunca se pudieron corroborar.
Con el drama desatado, Davis publicó una nota de prensa acusando a Javier Milei y al gobierno argentino de no cumplir con lo pactado al retirar su supuesto apoyo a la criptomoneda Libra. También la calificó de memecoin, cuando, en teoría, se trataba de un proyecto serio y no de una criptomoneda de ese tipo. Y hasta se comprometió a reinvertir hasta 100 millones de dólares en $LIBRA y a quemar los tokens que comprar. Por supuesto que lo último no sucedió, al menos hasta el momento de redacción de este artículo.
Incluso CoinDesk reportó que Hayden Mark Davis supuestamente reveló a través de una conversación vía SMS con otra persona que le pagó a Karina Milei, hermana de Javier y secretaria general de la Presidencia argentina, para obtener acceso al mandatario y a la difusión del proyecto a través de X (Twitter). Tras la publicación del citado medio, un vocero del susodicho dijo que no recordaba haber comentado eso y que no tenía registros de ello en su móvil.
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Javier Milei, la posibilidad de un juicio político y la relación con el periodismo
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Con el escándalo en plena ebullición, los opositores a Javier Milei —el peronismo, principalmente— anunciaron que planeaban pedir el juicio político del presidente argentino. En horas posteriores, más de un centenar de denuncias contra el presidente de Argentina se presentaron ante la justicia por supuesto incumplimiento de los deberes de un funcionario público y acusaciones de estafa, entre otras.
El propio Milei instruyó a la Oficina Anticorrupción a que investigara si integrantes del gobierno, incluido él mismo, habían cometido algún tipo de delito por la difusión de la criptomoneda Libra.
Con el feriado bancario del lunes en Estados Unidos y un mercado argentino que no tuvo una reacción extremadamente adversa a lo que había sucedido durante el fin de semana, Javier Milei le otorgó una entrevista al periodista Jonatan Viale, del canal informativo Todo Noticias (TN), el lunes por la tarde. El diálogo se emitió por la noche y mostró al libertario despegándose de cualquier tipo de delito, y apuntando contra el kirchnerismo por tratar de aprovecharse de la situación para tapar sus propios casos de corrupción.
Sin embargo, otra tormenta se desató poco después, tras publicarse una versión sin editar de la entrevista en la que Santiago Caputo, asesor presidencial, interrumpía una respuesta de Milei ante la pasividad de Viale, quien optaba por replantear su pregunta de otra manera. El caso despertó críticas contra el periodista y Milei, incluso bajo acusaciones de pactar las preguntas sobre el delicado escándalo cripto.
El caso Joni Viale
Lo de las preguntas pactadas en realidad surge de un comentario que Javier Milei le hace a Jonatan Viale, cuando este último se disculpa por lo extenso del diálogo, que para entonces llevaba más de una hora. "¿Che, pero no es que se pactaban las preguntas?", dice Milei en tono sarcástico. Viale le sigue la broma "marcando" cuáles eran las que le habían dictado Karina Milei, el vocero presidencial Manuel Adorni, y el asesor Caputo. Para cerrar la broma, Milei le comenta sonriendo que Caputo era "el más malo de todos", y Viale responde: "Es bravísimo".
Lo verdaderamente trascendente sucede momentos después, cuando Caputo interrumpe una respuesta de Milei sobre qué pensaba hacer con respecto de la causa judicial de la criptomoneda Libra. Viale le menciona que la misma había caído en manos de la jueza María Servini de Cubría, y si su idea era presentarse espontáneamente, consultarlo con abogados, etc. El presidente de Argentina menciona una posible consulta al ministro de Justicia Mariano Cúneo Libarona y la conversación continúa por otro rumbo hasta que el asesor presidencial irrumpe en escena, le dice algo en el oído a Milei.
La interrupción de la entrevista derivó en un pedido para eliminar esa porción de la conversación, a lo que Viale accedió. El periodista hizo un extenso descargo el martes por la noche en su programa. Pese a que reconoció haberse equivocado al aceptar la solicitud, negó cualquier tipo de injerencia del gobierno de Javier Milei sobre su labor:
"Al final, en la última pregunta, se mete Santiago Caputo, quien, para quienes no lo saben, es el asesor estrella de Milei, un pibe joven. ¿Por qué? Porque Milei en un momento, al final, dijo que iba a consultar al ministro de Justicia [...] Ahí Caputo se da cuenta de que Milei está cometiendo un error delicado, que es que él no tiene que preguntarle al ministro de Justicia cómo seguir porque el ministro de Justicia no es su abogado; [entonces] estaría usando un recurso público para un tema de él ante la Justicia. Entonces Caputo comete una grosería. Dice: 'Paren, paren, paren'; se metió de la nada, cortó la nota. Le dice algo al oído a Milei que no sé qué es, y yo digo: 'Ah, es por el quilombo judicial' [...], y acepté sacar esa parte. ¿Me equivoqué? Yo creo que sí".
Jonatan Viale
Dardos van, dardos vienen
En la continuidad de su editorial, el periodista explicó que, además, de Javier Milei, la entrevista se estaba llevando a cabo delante de Karina Milei, el vocero Adorni, el asesor Santiago Caputo y el ministro de Economía Luis Caputo. Y mencionó que aceptó quitar el fragmento tras la interrupción por miedo a quedarse sin todo el material de la conversación. "Yo creo que mi error fue que me faltó firmeza para mandarlo a la mierda a Santiago Caputo", dijo Viale sin tapujos.
Políticos opositores y periodistas rivales de Jonatan Viale arremetieron contra la situación. En sus argumentos contra Javier Milei, lo acusaron de valerse de ciertos sectores de la prensa para tratar de lavar su imagen, cosa que tanto el mandatario como el reportero han negado enfáticamente. Ambos incluso cargaron públicamente contra los que consideran como "periodistas ensobrados"; es decir, aquellos que supuestamente han recibido sobornos de políticos para congraciarse con ellos, en especial en tiempos de campaña electoral.
Sea como sea, el caso de la criptomoneda Libra está lejos de cerrarse. El presidente de Argentina fue denunciado ante el FBI y el Departamento de Justicia de Estados Unidos por un bufete de abogados, mientras que un estudio norteamericano está preparando una demanda colectiva con aparentes afectados por la situación.
Mientras todo esto se cuece, Milei no ha parado de tuitear. En la tarde de este miércoles, el jefe de Estado celebró otro mes de deflación en dólares y compartió varias publicaciones donde se hacía mención a que, pese al escándalo, se mantenía con el político de mejor imagen positiva de Argentina, con casi el 50 %. El asunto seguirá dando de qué hablar, sin dudas.