juegos móviles y gráficos next-gen

La evolución de los juegos móviles y gráficos next-gen, o de siguiente generación, son una ecuación cada vez más común en el mundo de los smartphones, emulando lo sucedido en el mercado de consolas convencionales. El poder de estos dispositivos portátiles se ha desarrollado siguiendo esta lógica de lograr mejores gráficos en cada nuevo modelo. Lograr la misma apariencia visual que obtendrán las consolas de videojuegos más nuevas pareciera una meta implícita en el mercado de juegos móviles. Pero hay más de un motivo para considerar que ese no es el mejor futuro para la industria, al contrario, podría condenarlo, como ha sucedido con anterioridad en otras plataformas de entretenimiento digital.

Los dispositivos móviles crecen exponencialmente cada año en materia de tecnología y poder de procesamiento, una concepción común sería pensar que el apartado gráfico de los juegos móviles fuese también mayor, pero mejores gráficos no representan necesariamente mejores juegos (ni mejores ventas). Al contrario de otros tiempos, la industria de los videojuegos se encuentra actualmente en un punto peculiar, donde las capacidades tecnológicas para el despliegue visual de los juegos ha llegado casi al límite del hiperrealismo, basta con echar un vistazo al poder de procesamiento del motor Frosbite 3, que estará corriendo en el próximo Battlefield 4 para Xbox One y PlayStation 4, para comprobar el aplastante nivel de los títulos de la próxima generación de consolas, ¿pero es acaso necesario ver esto en la pequeña pantalla de nuestros dispositivos móviles?

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Juegos móviles y gráficos next-gen: ¿El camino a la ruina?

John Riccitiello, anterior CEO de Electronic Arts, de 1997 a 2004, y de 2007 hasta inicios de 2013, fue una de las figuras claves de la transición entre las anteriores generaciones de consolas, dar el salto de Xbox Original y PS2 a la Xbox 360 y PS3 no fue sencillo, igual que de Super NES a la Nintendo 64, ya que cada antecesor llevaba relativamente poco tiempo en el mercado, particularmente el aparato de Microsoft, sin embargo, el salto tecnológico y la necesidad de mayor poder de procesamiento (en conjunto con la demanda creciente) orilló a este cambio, que ahora, visto a la distancia por Riccitiello, y aplicado para el mercado de videojuegos móviles y su tendencia, podría ser un factor de peligro el emular lo hecho en esas plataformas, ya que el contexto es distinto, al igual que el modo de juego.

Impulsar la implementación de gráficos de siguiente generación en dispositivos móviles podría significar "el camino a la ruina" de acuerdo con Riccitiello, ya que los desarrolladores consumirían todos sus recursos en ello dejando de lado el sistema y la experiencia de juego, que son los elementos realmente trascendentes en esta plataforma.

Invertir en lograr mejores gráficos sin antes discernir que sistema de juego novedoso y que marque la diferencia será utilizado, sin pensar en cómo el gameplay recompensará a los jugadores, es un camino seguro a la ruina. Los juegos que lucen atractivos cuestan más en producirse, pero los mejores juegos son los que realmente satisfacen a los consumidores.

Como una reacción directa a lo observado con los avances del Project Logan de Nvidia, donde el procesamiento gráfico es, literalmente, de la siguiente generación, gastando mucha menos batería y recursos que un iPad, Riccitiello hizo estas declaraciones en el marco un evento organizado por Casual Connect. Utilizando como ejemplo y punto de referencia lo sucedido a finales de la década de los noventa, donde las compañías intentaron forzar la inclusión de gráficos en 3D para juegos de estrategia que comúnmente se jugaban en sólo dos planos, obligando a cambiar radicalmente el sistema de juego, sin cuidar el diseño de interfaz y fastidiando la experiencia, a la par que los gastos en desarrollo gráfico y soporte de procesamiento mandaron al techo los presupuestos, volviéndolos en la mayoría de los casos juegos poco rentables, que en algunos casos produjo la bancarrota de algunos competidores del mercado, como sucedió con las consolas de Sega, Atari y Apple.

Las ganancias no se incrementaron ya que en el fondo no fueron innovadores, sólo cambiaron el apartado visual, mientras que los títulos de acción y aventura, como Super Mario 64, tuvieron un gran éxito ya que el entorno en 3D funcionaba como un conducto para mejorar la experiencia de juego y llevarla a otro nivel, siendo la clave de todo la interfaz del título.

Si la industria de los móviles está pensando en CPUs y GPUs más poderosos, los desarrolladores deberán enfocarse más en cómo eso podrá crear la oportunidad de construir una experiencia nunca antes vista, con un sistema de juego novedoso. El problema principal consiste en encontrar qué sistema de juego que no era posible antes ahora ya puede ser optimizado.

La mejor carta para explicar esta perspectiva, la encontramos en la serie más famosa desarrollada bajo el mando de Riccitiello, y el juego de moda en plataformas móviles: Madden vs. Candy Crush Saga. El primero ha crecido a lo largo de distintas plataformas, evolucionando en su sistema de juego con cada consola, mientras que Candy Crush Saga ha limitado su interfaz al sistema de mandos táctiles actuales, condicionando su permanencia al eventual surgimiento que algún otro título que pueda remplazarlo en popularidad.